Condenaron a Albarello a tres años de prisión efectiva

Juan Antonio Albarello, el empleado de la sucursal Tres Arroyos del Banco de La Pampa, fue condenado a tres años de prisión efectiva por la estafa cometida contra la entidad bancaria. La noticia se conoció a última hora de ayer, cuando los abogados del BLP fueron notificados de la medida dictada en contra del ex empleado.

La fuerte sanción legal había tenido una antesala a principios de año cuando la Justicia bonaerense dictó la prisión preventiva del ex bancario hasta que hubiese un fallo de primera instancia. Desde entonces, Albarello permanecía detenido. 

El ex empleado fue detenido a fines del año pasado en la propia ciudad de Tres Arroyos, de la que nunca se había ido. El operativo se realizó en su propia casa y desde entonces permanecía alojado en una celda de la Seccional Primera de esa ciudad.

La condena de tres años de prisión efectiva es resultado de un juicio abreviado en el que el acusado admitió su culpabilidad en el delito y negoció la pena con sus acusadores. La sanción lo obligará a pasar al menos dos años detenido hasta tener la posibilidad de acceder a un beneficio de libertad condicional. 

Maniobras.

Juan Antonio Albarello tiene 43 años y más de dos décadas de antigüedad en el Banco de La Pampa, al que pasó luego de que la entidad pampeana comprara el Banco Dorrego. Las maniobras que despertaron sospechas en la auditoria incluyeron movimientos de algunas sumas de dinero, pequeñas y grandes, entre cuentas de la sucursal Tres Arroyos, Coronel Suárez, General Acha y Huinca Renancó, para lo cual fueron necesarias firmas o claves a las que habría accedido el acusado. 

Inicialmente se dijo que Albarello había desaparecido de la localidad bonaerense y algunos de sus compañeros incluso deslizaron la posibilidad de que se hubiera fugado fuera del país, versiones que nunca fueron confirmadas. Se llegó a decir que al detectarse su maniobra se había ido a Brasil. Una partida policial finalmente lo encontró el 3 de diciembre, en su casa familiar, de la que según él mismo dijo, nunca se había ido.

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