Comenzaron los funerales en Newtown

Comenzaron los funerales en Newtown
Escenas de dolor en la inhumación de los restos de dos de los chicos asesinados el viernes. El debate por el uso de armas se extiende en todo el país, con lo que traslucen las dificultades para consensuar algún tipo de restricción.

La ciudad de Newtown, en Connecticut, fue testigo ayer del funeral de las primeras víctimas de la masacre en la escuela Sandy Hook. Los niños de seis años Noah Pozner y Jack Pinto fueron sepultados en dos ceremonias distintas, en lo que fue la imagen más triste y dolorosa del tercer día de luto nacional en los Estados Unidos. Durante hoy y mañana se sucederán los entierros del resto de los asesinados.

Mientras tanto, el intenso debate político sobre la regulación del acceso y comercio de armas, que cobró nuevamente protagonismo tras la masacre, no se detuvo. La senadora demócrata Dianne Feinstein prevé presentar esta semana una iniciativa para prohibir las armas de asalto (fusiles). Consultada por la agencia Efe, Feinstein no precisó la fecha en la que hará público el proyecto, pero explicó que la medida "prohibirá la futura venta, transferencia, importación y posesión" de armas de uso militar, grandes cargadores, tambores o cintas con más de diez balas.

El senador independiente por Connecticut, Joe Lieberman, insistió con la necesidad de crear una comisión sobre la violencia juvenil. Lieberman había propuesto una idea similar en 1999, tras la masacre de Columbine, pero entonces el proyecto no prosperó. "Puede ser que el propio presidente pueda designar a esa comisión, no tiene que ser del Congreso. Quizá él pueda liderar esta discusión nacional", afirmó Lieberman.

El legislador demócrata por Arizona, Raúl Grijalva, también exigió acciones concretas y lamentó que Estados Unidos se haya convertido "en una nación demasiado acostumbrada al dolor y la conmoción". "Nos hemos dejado intimidar por absolutistas (de las armas) durante demasiado tiempo; cuando aceptamos ocho mil o nueve mil muertes por armas al año como precio de lo que algunos creen es la libertad, hemos ido demasiado lejos", afirmó Grijalva.

Desde Washington, el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, reiteró el compromiso del presidente Barack Obama por dar una solución integral al problema de armas. Sin embargo, el funcionario eludió adelantar medidas concretas.

"Es un problema complejo, que requerirá una solución compleja. Ninguna legislación en sí, ninguna acción por sí sola responderá plenamente al problema", señaló Carney, al reconocer que los grupos a favor del uso de armamentos plantean algunos "obstáculos".

En la noche del domingo, ante la atenta mirada de los familiares de las víctimas de la masacre de Newtown, el presidente estadounidense reconoció la necesidad de una modificación en la política actual de armas. "Ya no podemos tolerar esto. Estas tragedias deben cesar. Pero, para ponerles un fin, debemos cambiar", dijo Obama, al comprometerse a propiciar un diálogo con líderes políticos, policiales, educadores y del sector de la salud para debatir el tema.

Después de la masacre, una petición a favor del control de armas llegó hasta el sitio web de la Casa Blanca. El documento ya posee más de 150 mil firmas y se convirtió en una de las causas más populares desde que el Ejecutivo lanzó el programa de consulta ciudadana "Somos el pueblo", en 2011.

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