Luego de esta primera colocación, explicaron que la iniciativa, denominada ‘Ojo con la colilla’, se replicará en otros lugares de la ciudad con gran concentración de personas.

“Esto surge de la cantidad de basura, y principalmente de colillas de cigarrillos, que se ven a diario. En un espacio de 25 metros llegamos a juntar hasta 100”, explicó en diálogo con El Territorio Ariel Ordóñez, uno de los impulsores de la iniciativa.

“Al ser algo tan diminuto, los fumadores piensan que es algo que no contamina. Es una acción naturalizada la de tirar donde quieran las colillas sin pensar las consecuencias reales”, agregó, al tiempo que explicó que al ver tanta cantidad buscaron informarse sobre el contenido de ese residuo “y son sumamente contaminantes, eso va a la tierra, al agua, los pájaros lo confunden con comida”.

Según un informe de Salud de la Nación, el 97% de los cigarrillos que se consumen hoy en día a nivel mundial tienen filtros. De estos, más del 80% son de acetato de celulosa. Estas colillas son la mayor causa de basura en el mundo, donde se estima que se desechan más de 4,5 trillones de colillas por año que pueden tardar hasta 25 años en degradarse.

Generalmente se tiran al piso y, cuando llueve, son arrastradas a las alcantarillas y de allí a ríos o arroyos. Algunas de las sustancias que se pueden detectar en las colillas de cigarrillos incluyen: nicotina, alquitrán, arsénico, plomo, hidrocarburos poliaromáticos y cadmio, agentes tan dañinos para la salud que deberían ser tratados como residuos peligrosos.

En ese sentido, Ordóñez indicó que en una primera etapa de la iniciativa colocarán los puchotes en la zona de la Costanera con el fin de que las colillas no lleguen al río. “Es lo único que podemos hacer hasta ahora porque en Misiones no existe un tratamiento especial para la basura, todo lo que se desecha se entierra en rellenos sanitarios”, precisó el joven que se desempeña en marketing y publicidad pero siempre sintió interés por la problemática medioambiental.

El primero de estos recipientes fue dispuesto en el Club Náutico León Seró (avenidas Urquiza y Tomás Guido), otro en el Club de Canotaje Bairusu, un tercero en la zona de bares de la bahía El Brete y un cuarto en una heladería. Mientras, proyectan para la semana próxima colocar otros en inmediaciones de locales gastronómicos del tercer y cuarto tramo de la Costanera.

“La idea nuestra es poner 100 de estos recipientes de acá a enero, todo va a depender del dinero del que dispongamos porque nos autofinanciamos. Somos una ONG y no recibimos ningún tipo de ayuda”, sostuvo.

Conciencia

En otro punto destacó que “de a poco” la gente va tomando el ritmo de comprometerse con el cuidado del medio ambiente. “Hicimos distintas actividades y tenemos mucho público joven, chicos que tienen entre 17 y 30 años que están interesados y preocupados por todo lo que pasa con la ecología. Nos cuesta llegar a la gente grande que sí está un poco más cerrada pero creemos que de poco se va a dar el cambio”, finalizó.