Así lo afirman desde el comité de empresa de la principal planta valenciana encabezado por CCOO, que ya han comenzado los trámites para negociar con la dirección para tratar de reducir al máximo el número de despidos y pactar prejubilaciones y otras salidas no traumáticas. El sindicato confirma que aún no hay datos claros pero tras los primeros contactos se teme que se vaya a prescindir de unos 50 empleados valencianos.

Coca-Cola cuenta con unos 3.600 trabajadores en toda España, de los cuales 411 están en una de las cuatro sucursales de la Comunitat, que están integrados en la Compañía Levantina de Bebidas Gaseosas. La más grande de ellas es la embotelladora de Quart de Poblet, donde se fabrican a diario la famosa bebida azucarada gracias a los 358 contratados. El resto de la plantilla valenciana se divide en las oficinas de Alicante, Benidorm y Castellón, más centradas en el trabajo administrativo y comercial. Justo estos son los puestos que más se van a ver afectados por el ERE aunque existe la voluntad de no extinguir ninguna de las delegaciones existentes.

Los sindicatos presentes en las plantas valencianas han criticado la materialización de esta reestructuración que ya hacía tiempo que se preveía por los ajustes que Coca-Cola está llevando en toda Europa. El mayor ERE que ha tenido lugar fue en 2014, cuando la plantilla de toda España era de algo más de 5.200 trabajadores. Desde ese momento se han sucedido diferentes planes, bajas incentivadas y otro tipo de medidas que han llevado a mermar la plantilla hasta los 3.600 empleados actuales. Los representantes de CCOO criticaron ayer esta «destrucción de empleo» y emplazaron a la empresa a negociar durante las próximas semanas para que este ERE tenga la menor repercusión posible en los centros valencianos.