La Ciudad presiona desde la Legislatura para abrir bares y restaurantes al aire libre

La Ciudad presiona desde la Legislatura para abrir bares y restaurantes al aire libre

La Legislatura porteña aprobó una iniciativa opositora que pide la reapertura progresiva de restaurantes con mesas en el exterior.

 

La Legislatura porteña aprobó una iniciativa que pide la reapertura progresiva de restaurantes con mesas en el exterior. El gobierno porteño había estimado la modalidad para la tercera etapa en el cronograma de aperturas, pero aún no hay una fecha cierta de aplicación.

 

Se trató simplemente de un proyecto de beneplácito promovido por los legisladores Sergio Abrevaya (Gen) y María Rosa Muíños (Frente de Todos), pero en los papeles tiene un peso mucho mayor: varios legisladores se mostraron sorprendidos por el impulso que dieron en el oficialismo a un proyecto redactado por la oposición. 

 "La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires vería con agrado que el Poder Ejecutivo gestione", puede leerse en el expediente que fue votado por los 58 legisladores que participaron de la sesión del jueves.

La Ciudad continuará con aperturas mínimas y habilitarán teatros sin público

 

"Si el oficialismo lo metió en el temario y acompañó la votación es porque creen que es factible comenzar a implementarlo o al menos quieren meter presión con eso", explicó un legislador opositor a LPO. 

 

Desde el oficialismo recogieron el guante. "Nosotros queremos, el que no quiere es el dueño del botón rojo", se quejaron desde Vamos Juntos en referencia a Alberto Fernández. "Votamos el proyecto para que esté presente, no depende de nosotros", explicaron.

 

Otro legislador de la oposición recordó que esa modalidad funcionó con intermitencia en Rosario, Córdoba y Santa Fe con suerte diversa. "Rosario cuando reabrieron los restaurantes tenían 25% de ocupación y a la noche subían porque al 80 porque iban los jóvenes", dijo a LPO.

 

La iniciativa prevé que solo podrán abrir para consumo en el local aquellos que cuenten con superficies al aire libre o en veredas y siempre bajo el cumplimiento de protocolos de higiene. Si las veredas no lo permiten, podrán acomodarse las mesas sobre la calle para evitar aglomeraciones en las veredas.

 

"Hay una necesidad de la gente de poder sentarse con alguien, en algún lugar, respetando la distancia. Con protocolos se puede trabajar", dijo Abrevaya.

 

A mediados de julio desde el sector estimaban que 1.200 de los 12.000 bares y restaurantes de la Ciudad ya habían cerrado. Y hacia adelante ese número podía alcanzar al 50% del total para el final de la pandemia. El sector emplea a 140 mil personas.

En ciudades como el Distrito Federal de México, el gobierno habilitó la apertura de restaurantes con el 30% de su capacidad total tras aprobar estrictos protocolos. Los clientes deben higienizar su calzado y manos al entrar y no hay cartas físicas. Las mesas están a cinco metros unas de otras.

En Europa casi todas las ciudades habilitaron los comercios gastronómicos, aunque en muchas de ellas el principal problema es la falta de clientes.

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