Así es el circuito de la basura reciclable en Mar del Plata

Así es el circuito de la basura reciclable en Mar del Plata

Por Brenda Caretto

Separar la basura es esencial para vivir en ciudades más saludables. El 85% de los residuos que generamos son recuperables, es decir, que de las 1200 toneladas de residuos que se generan todos los días en el Partido de General Pueyrredon, unas 1000 se pueden recuperar. ¿Pero en dónde terminan todos estos materiales reciclables? ¿Cuál es el circuito?

Los días martes y viernes en Mar del Plata se deben tirar en bolsa verde los materiales reciclables limpios y secos. Hablamos de plástico, cartón, metal, vidrio y papel. El 5% del total de la basura de la ciudad son trasladadas a la planta de reciclado Cooperativa CURA. Allí es donde logran reciclar el 10% del total. Mensualmente ingresan a la planta unas 35mil toneladas y solo se llegan a recuperar 144 toneladas por mes. 

Según los datos que nos brindó la cooperativa, en 2022 ingresaron 22 mil toneladas de residuos y se recuperaron 1.7 toneladas.  Si separamos esos reciclables por materiales fueron más de 600 toneladas de vidrio, 450 toneladas de papel, 350 toneladas de plástico, 193 de cartón y 46 de metales.

 El circuito paso a paso

El proceso inicia con la llegada de camiones recolectores de la empresa “9 de Julio S.A.” vuelcan Residuos Sólidos Domiciliarios (RSD) en el playón de descarga de la Cooperativa Cura. Este es un predio cubierto de 1300 metros cuadrados donde hay dos cintas de elevación, otras 4 de clasificación y una de rechazo. La instalación cuenta con una capacidad máxima de 300 toneladas de Residuos sólidos urbanos por día. 

Una vez que la basura se encuentran en el playon, una pala mecánica frontal depositan los residuos en las tolvas de recepción. Luego, son trasladadas a unas cintas elevadoras donde los operarios, ubicados en los laterales de la cinta, rompen las bolsas para facilitar la extracción de materiales a realizarse en las cintas de separación.

Cada operario se ocupa de extraer manualmente los materiales asignados y los deposita en las troneras, donde los materiales caen dentro de bolsones o contenedores según corresponda, ubicados en la planta baja.

La cinta va rápido y hay que tener habilidad y buena vista para seleccionar los materiales correctamente a tal velocidad. Los recuperadores extraen los papeles, cartones, metales, textiles, vidrio y plásticos. Sin embargo, tienen que aprender a distinguir velozmente si los materiales están aptos para ser reciclados o no. Porque, por ejemplo, los residuos de papel y cartón que se encuentren mojados no son recuperables por lo que deben ser descartados. "La cinta va muy rápido porque si nosotros no transpiramos la camiseta, al fin de la semana, repercute en los sueldos. Cuánto más trabajamos, más producimos, más ganamos. Por eso el esfuerzo de todos los compañeros de meterle este ritmo. Trabajamos 7 horas por día” explica Daniel Figueroa, operario Cooperativa Cura. 

Los materiales no recuperados siguen su camino hacia la cinta de rechazo, la cual transporta el residuo hacia los camiones de rechazo con el fin de transportar residuos hacia el centro de disposición final. "Por ahora lamentablemente falta información y recibimos los reciclables mezclados con orgánicos, todo sucio. Faltan campañas para fomentar la separación de origen para que nos lleguen materiales limpios y secos” aclara Daniel. 

Por su parte, los plásticos que fueron separados son prensados, obteniendo así bloques de material comprimido que se almacenan hasta su venta. "Lo más importante de todo esto es que, más allá de las toneladas recuperadas, todo este volumen que vemos para ser reciclado, es volumen que evitamos que sea enterrado. Y evitando que todos esos plásticos lleguen al relleno sanitario, lo que hacemos es ganar lugar en los sectores de enterramiento y eso es muy importante para el planeta” dice Mariano Perticarari, Director General de Residuos. 

Desde 2012 ya se recuperaron en total más de 12.126.380 kilogramos de materiales recuperables. Y si bien, este trabajo contribuye al ahorro de recursos naturales y económicos, de energía y de emisiones contaminantes a la atmósfera, vale aclarar que la separación en origen comienza en los hogares. Cuánto más reciclamos, menos enterramos. El sistema existe. Podemos verlo funcionando y generando puestos de trabajo. Ese mismo sistema podría llegar a crecer con un esfuerzo mancomunado de varios sectores. Pero primero, es responsabilidad de cada ciudadano que colabore desde su casa separando en bolsas verdes los materiales reciclables limpios y secos y tirándolas exclusivamente los días martes y viernes. Fomentar la cultura del reciclaje no es un camino fácil pero lo mejor, es saber que para muchos ya es parte de su vida.

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