Los productores de fruta de nuestra región esperan que la exportación al mercado chino vaya en crecimiento, aguardan poder contar más con los mercados de ese país asiático para sus negocios. El gigante asiático, aunque muy exigente, representa una de las últimas ventanas de crecimiento para los pequeños productores y una gran oportunidad empresarial para las exportadoras.

Argentina exportó recientemente 143.584 kilos de frutas al mercado chino, el segundo lote de la temporada de frutas exportadas a ese destino, con el que buscan consolidar la fruta regional entre las preferencias de los importadores chinos. En comparación con los volúmenes de exportaciones de frutas de otros países, Argentina todavía está muy abajo, pero su volumen continúa creciendo y eso alienta la esperanzas de toda la cadena productiva. 

Según estadísticas del Puerto de San Antonio Este, las exportaciones de Argentina a China ascendían a 218 toneladas al 30 de abril. En 2015, Argentina exportó solamente 63 toneladas de peras a China, pero, por el momento, el volumen de las exportaciones de este año se ha duplicado. Sin duda, es todo un progreso, ya que la propia China ya es un país importante en el cultivo de peras.

En cuanto a los criterios de exportación, el gobierno de China tiene estándares de higiene muy estrictos. Está prohibido cualquier tipo de tierra, insectos o marcas de hojas en los cargamentos. Además, tienen regulaciones de higiene muy estrictas sobre el control de insectos.

Aunque es muy exigente en la sanidad y la presentación de los embarques, el gigante asiático representa una gran oportunidad para el Alto Valle.

A pesar de esas dificultades, la comercialización con China abre una puerta de salida a las peras y manzanas regionales, justo en otra temporada compleja para la venta fronteras afuera. El Senasa difundió las estadísticas que se generan en sus puestos de control y las mismas reflejan una caída general del volumen de exportaciones del 12 por ciento respecto de la temporada pasada. 

Desafíos

La cosecha 2015/2016 ha tenido una importante disminución en el volumen. Por diferentes acontecimientos, algunos climáticos – heladas y granizo, por ejemplo – y otros por la situación misma que viven los productores.

Lo claro es que este año deberán llegar las respuestas, que en lo coyuntural son urgentes. Y, el panorama estructural de la fruticultura es de suma gravedad.

Existen muchas chacras que no pudieron ser trabajadas convenientemente y tendrán problemas de sanidad. La carpocapsa, enemiga principal de la fruta de pepita, con su aparición podría llegar a complicar las exportaciones, como ya sucedió con el mercado de Brasil. Por eso es clave avanzar en los programas de mitigación de riesgo, para asegurar la salida de fruta a ultramar y seguir seduciendo el paladar chino.

Por estas horas el complejo frutícola, que integran la Federación de Productores, CAFI y Cinex, en conjunto con las provincias de Río Negro y Neuquén aguardaba respuestas de parte de Nación.