Cuatro muertos en enfrentamientos con saqueadores, entre ellos un suboficial de la Policía que recibió un balazo cuando intentaba frenar a la gente, obligó al gobierno a llegar a un acuerdo salarial que permitirá destrabar el conflicto para que vuelva la normalidad a las calles de la capital y de otras ciudades del inerior.

La propuesta oficial consistió en un salario de bolsillo de 8 mil pesos para el agente de policía que recién se inicia, además del compromiso de que no habrá sanciones para los efectivos que se sublevaron.

Tanto el jefe de la Policía, Gustavo Peña, como el subjefe, Ariel Acuña, continuarán al frente de la fuerza, por lo que quedó descartada sus renuncias, como así también la separación de sus cargos. La negociación, que fue tensa por momentos, se llevó adelante en la Jefatura de Policía, desde primeras horas de la noche y culminó aproximadamente a las 3 de la madrugada, mientras que muchos de efectivos trataban de controlar a las turbas que saqueaban a diversos supermercados en la zona sur oeste de la ciudad.

"Fue una noche de horror" confirmaron pobladores de la zona sur que se encerraron en sus casas y desde las ventanas vieron lo que fue una batalla campal donde no se respetó siquiera las vidas.

Ricardo Romero ingresó sin vida al Hospital Perrando con una herida de bala en el torax fue la primera de las víctimas fatales. Dos muertes más se produjeron en los enfrentamientos en la zona sur de Resistencia y otra en Barranqueras.

El director del Hospital Perrando, Cristian Obregón, confirmó que son al menos cuatro los muertos como consecuencia de los saqueos en Resistencia y Barranqueras, originados a partir del acuartelamiento de policías que reclaman una sustancial mejora salarial.

Uno de los episodios con más violencia fue el saqueo a la distribuidora Cimar, ubicada en Avenida Edison y Uriquiza.

Fuentes policiales indicaron que una de las personas fallecidas sería una menor de edad, que fue alcanzada por una balacera.

También fue baleado el subcomisario de Investigaciones Cristian Vera, luego tuvo un infarto pero lograron reanimarlo. Luego falleció, según confirmaron fuentes hospitalarias.

La ciudad comenzó a recomponer su ritmo pero todavía no funcionan los colectivos, no hay actividad judicial y los comercios comienzan a abrir sus puertas lentamente ante la fuerte presencia policial..