Casset: "Veo a muchos funcionarios cansados"

"Algunos me dicen que hicimos una buena elección. Yo digo que buena elección es la que se gana", sintetizó quien encabezó la lista de Juntos por el Cambio. Entre las causas de la derrota se refirió a la baja imagen positiva que arrastra la gestión de Oscar Luciani, especialmente en los últimos dos años. Opinó que el próximo gobierno contará con "un intendente muy activo", aunque consideró clave la conformación de su gabinete. Habló del nuevo rol opositor.

A la lista encabezada por Fernando Casset no le alcanzó. Aunque el todavía oficialismo hizo una buena elección en caudal de votos, no logró el objetivo de conservar el gobierno. “Algunos me dicen que hicimos una buena elección. Yo digo que buena elección es la que se gana”, planteó el concejal al analizar los resultados que dejaron los comicios del 27 de octubre pasado.

Consultado por EL CIVISMO mencionó como una de las causas del saldo adverso la baja imagen positiva que arrastra la gestión de Oscar Luciani. Marcó que el descontento de los vecinos creció en los últimos dos años.

- ¿Cómo analiza los resultados de las elecciones?

- Fue una elección un poco rara. En Luján se hace una votación en agosto y otra en octubre. Volvió a mostrar que una vez definidos los proyectos dentro de cada espacio, los vecinos reconsideran sus votos. De hecho los números muestran que algunas personas votaron una cosa en la Primaria y otra cosa en la General. Hace muchos años que sostengo que en cada elección hay tantas razones para entender el resultado como votos en forma individual. Cada votante es una razón y es difícil escrutar la motivación de cada uno.

- Si bien el objetivo de la lista que encabezaba era ganar y no se logró, ¿la cantidad de votos que obtuvieron les permite considerar que la elección fue buena?

- Algunos me dicen que hicimos una buena elección. Yo digo que buena elección es la que se gana. Además somos un espacio que tiene vocación de poder para transformar la realidad. El mejor resultado era ganar. De todas formas estamos muy agradecidos con la enorme cantidad de vecinos que nos votó ahora y no nos había votado en las Primarias.

- ¿Qué les faltó?

- No nos faltó trabajo, hicimos mucho. La gestión municipal tiene 20 por ciento de aprobación. Nosotros sacamos más del 40 por ciento de los votos. Es decir que hubo una enorme cantidad de vecinos que estando disconformes con la gestión municipal nos votó entendiendo que podíamos hacer un gobierno mejor que el actual. Nos faltó tener mayor aprobación. Hay un gran descontento hacia la gestión y eso influyó en el proceso electoral.

- Los candidatos nacionales y provinciales de Juntos por el Cambio ganaron en Luján, pero la lista local perdió. ¿Hubo un voto castigo?

- Sí. Muchos fiscales nos plantearon que vieron un corte de boleta. Entiendo que fue un voto de confianza hacia el presidente y la gobernadora, y un castigo a la gestión municipal. Una parte del electorado no pudo vernos como algo distinto o no fuimos suficientemente convincentes en mostrar que nosotros podíamos ser distintos a la actual gestión.

- ¿La gestión municipal fue una complicación para su candidatura?

- No en términos de propuestas. Siempre tuvimos en claro que estábamos proponiendo algo distinto. Lo dije en todas partes. Siempre creímos que Cambiemos tenía que generar su propia alternativa. En términos discursivos siempre tuvimos bien claro que estábamos haciendo algo distinto. Nos pasó en términos de entrevistas periodísticas y tratamiento de los medios que siempre se nos puso como continuidad. Era una continuidad que nosotros siempre tuvimos claro que no éramos.

- El planteo de la continuidad no era forzado.

- Es una lectura posible. Pero nosotros llegamos a la elección planteándonos como una cosa distinta. Plantearnos como continuidad era dudar de nuestro mensaje o de nuestra capacidad de ser distintos. Es más, la gente que estuvo trabajando conmigo en la campaña en las propuestas programáticas no son funcionarios.

- Como parte de la coalición de gobierno, ¿qué autocrítica hacen por este bajo nivel de aprobación de la gestión municipal?

- Me parece que la insatisfacción se generó en los últimos dos años por no tener capacidad para brindar servicios elementales. El Municipio no aprovechó el período para hacer las transformaciones estructurales que permitan no depender de los recursos de Nación y Provincia. El Municipio tiene una composición de ingresos que en un 70 por ciento proviene de la coparticipación, y genera por sí mismo el otro 30 por ciento. Eso condiciona enormemente. En los ejercicios 2018 y 2019 hubo una baja importante de la coparticipación. Al no contar con recursos propios, se resintió la capacidad de prestar servicios. Si algo no se hizo y debió hacerse, insistimos bastante con eso, fue atacar los problemas de fondo del Municipio. Ese es el desafío más grande que tiene la próxima gestión.

- Uno de los ejes de la campaña que encabezó en 2017 fue una reforma tributaria, algo que el radicalismo plantea incluso desde antes. ¿Por qué nunca avanzaron?

- Fue un año legislativo muy complicado. Nunca encontramos el espacio propicio para la búsqueda de un consenso legislativo. Supongo que ahora va a ser más fácil y lo ponemos a disposición, aunque el nuevo gobierno tendrá su propia idea y concepción. Escuché al intendente electo hablar de cómo modificar el sistema tributario municipal.

- ¿Cómo fue el tránsito después de las Internas con el vecinalismo y el PRO?

- Como suele pasar siempre, no hubo una participación muy activa de algunos representantes. Pero sí un compromiso muy decidido por el espacio de cada partido. No hubo nada que me haga sostener otra cosa. Tanto en el PRO como en la Unión Vecinal hubo un compromiso muy decidido en el plano institucional más allá de que algunas personas no se han sentido convocadas o con la vocación de tener una participación más activa.

- ¿Alguna referencia en particular?

- No quiero nombrar a nadie porque no soy rencoroso. Además sé que son muchas más las cosas que nos unen que las cosas que nos separan. Muy pronto vamos a poder estar trabajando juntos, incluso con aquellos que hayan tenido dudas con mi candidatura.

LA CAMPAÑA

- ¿Por qué durante la campaña no hubo ninguna referencia a Macri?

- Cuando definimos fortalezas y debilidades al comienzo de la campaña, entendimos que Luján estaba esperando un proyecto local. En esos términos entendimos que no le iba a servir a nuestro electorado nacionalizar la elección. De hecho ningún candidato lo hizo, salvo aquellos que tienen un compromiso más dogmático como pasa con la izquierda. En general, los principales candidatos discutimos cuestiones locales, porque era lo que se estaba necesitando. Aspirábamos que nos votaran quienes compartían nuestra visión de los problemas y las soluciones que hacen falta en el país, pero también aquellos que desde lo nacional o provincial no coincidieran con nosotros pero pudieran coincidir con lo que estábamos planteando sobre Luján. No hubo una actitud deliberada de ocultar a nadie. En términos electorales quizás nos hubiese convenido aparecer más pegados a la figura del presidente, porque de hecho ganó las elecciones en Luján.

- ¿Intentaron profundizar la grieta? Lo pregunto por algunas expresiones que utilizó hacia el sector de Boto.

- Sentimos que había un contraste de historias y un contraste en la confiabilidad que cada uno podía generar en el electorado. Entendíamos que del otro lado había un proyecto menos genuino y empático, menos arraigado con la realidad de la historia de Luján. Intentamos eso. La idea no fue profundizar ninguna grieta. Siempre tuve muy buena relación con Leonardo Boto. El trato sigue siendo muy amable pos elecciones. Aspiro a que desde donde me toque estar pueda serle útil a su gestión.

- En algunos tramos, por expresiones en redes sociales, se lo notó enojado.

- Lo que sentimos en algunos momentos fue un trato desigual. Nosotros salíamos a decir algo y en la prensa se nos cuestionaba lo que decíamos, pero no cuestionaban a quien no se pronunciaba ni opinaba sobre nada, o no se le preguntaba qué opinaba.

EL FUTURO

- ¿Cómo sigue Juntos por el Cambio?

- Tenemos en claro que en Luján somos un frente que nació antes que Cambiemos y que fue el resultado de una demanda para generar un espacio con vocación y capacidad de poder. Seguimos comprometidos con esa exigencia. Lo que estamos tratando de hacer desde el radicalismo es mantener la unidad del frente y ser capaces de conformar una oposición fuerte y constructiva, que colabore y genere un proyecto alternativo al próximo gobierno.

 

- De todas formas el PRO ya conformó un bloque aparte.

- Ellos plantearon conformar un bloque separado. Entiendo que no tiene que ver con la estrategia que inauguremos el 10 de diciembre. Me parece que es por este último período. Nadie puede obligar al otro a hacer lo que uno espera que haga. Mientras tanto generaremos el ámbito donde poder discutir qué tipo de oposición vamos a hacer y si nos conviene trabajar unificadamente en un bloque.

- Este primer paso del PRO parecer ir en sentido contrario.

- Más allá de la presentación que se ha hecho para formar un bloque, lo que hablé con Nicolás Quarenta es que ellos entienden que se debe trabajar desde un interbloque donde los partidos no perdamos identidad pero nos sumemos en un espacio común. Es una alternativa que se puede conversar y que puede ser provechosa para todos los espacios.

- ¿Cómo visualiza el funcionamiento del Concejo Deliberante a partir del 10 de diciembre?

- Lo que nos proponemos es ser la oposición que no tuvimos. Una oposición que dé todas las discusiones que tengan que darse en el ámbito que sea. Hay que discutir en la próxima gestión cuestiones tan trascendentes que van a beneficiar a la gestión pero que además van a implicar las transformaciones que Luján está esperando desde hace mucho tiempo y que van a implicar nuevas formas de gobernar, tanto para el próximo intendente como para los que vengan. Si en tres elecciones consecutivas la población nos confió tener la mitad de los concejales electos, nos delega una responsabilidad muy grande en cuanto a compromisos de gestión. Vamos a ejercer esa responsabilidad y ponerla al servicio de la gestión.

- Siempre que se pierde, los liderazgos se ponen en discusión. ¿Cómo ve ese aspecto en la futura oposición?

- Creo que hoy no está en discusión quién lidera la oposición. Lo peor que nos podría pasar es subordinarnos a una persona o a una figura. Como tenemos un número importante de concejales, veo hombres y mujeres con capacidades para tener roles muy distinguidos. Y hay figuras que no estarán en las bancas pero tienen perfiles muy fuertes. Como sí pasó con otros espacios, no se va a caracterizar por una oposición aglutinada detrás de una persona sino que vamos a conformar un equipo con una gran cantidad de trabajo. Yo estaré en el lugar que haga falta y pueda ser útil.

- ¿Habló con Luciani después de las elecciones?

- Estuvo esa misma noche en el local. Después tuvimos una reunión entre nuestros equipos para ver de qué manera podíamos colaborar con la transición.

- ¿Qué se charló?

- Le aconsejé que debe ofrecerle al intendente electo la mayor apertura de información. Lo peor que le puede pasar al intendente electo es no saber dónde está ubicado y cuál es la realidad. Le dije que eso me hubiese gustado si yo era el intendente electo.

- ¿Qué tipo de oficialismo se imagina a partir del 10 de diciembre?

- Creo que va a ser un intendente muy activo. Todavía no sabemos cuál será su equipo. En la característica de la gestión va a ser muy determinante no solo la capacidad del intendente sino del equipo que forme. Estamos muy expectantes en ese sentido. Si forma un equipo que esté a la altura de su propia personalidad, va a ser un equipo muy activo. Espero que además tenga conocimiento y arraigo con la realidad de Luján para poder hacer las transformaciones que necesitamos.

- Cuando menciona que puede ser una gestión muy activa, ¿es una contraposición con la gestión actual? ¿Por qué destaca esa posible cualidad?

- El primer gobierno de Oscar Luciani fue sumamente activo. De hecho fue un gobierno reelecto con el 44 por ciento de los votos. Hubo una valoración muy positiva de la primera gestión, que fue muy buena. Los primeros dos años de la segunda gestión también fueron activos, de hecho llegaron obras porque hubo gestión. El último año y medio, cuando empezó a vislumbrarse que el intendente no buscaría otra candidatura, se dio una menor capacidad de respuesta de los funcionarios. Hubo bajas que no fueron reemplazadas y actualmente hay un elenco más reducido de funcionarios. Eso se siente. Esos pocos funcionarios que hay tienen que asumir un montón de responsabilidades. Veo a muchos funcionarios cansados, con una necesidad de que transcurra el tiempo para terminar la gestión.

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