Gran cantidad de los alimentos que se producen y cultivan en el mundo se desecha, según el Fondo Mundial para la Naturaleza. Este es un dato alarmante, sobre todo en nuestro país, donde los índices de pobreza son muy altos. Manuel Jaramillo, ingeniero forestal, director ejecutivo de la Fundación Vida Silvestre habló en MDZ Radio sobre las causas de esta problemática y que acciones realizar para aliviar dicha realidad. 

“Con el alimento que desperdiciamos se podría alimentar 7 veces a la población que hoy pasa hambre en el mundo, estamos ante un problema de distribución de los recursos”, explicó Jaramillo. 

El alto porcentaje de alimentos desperdiciados según contó el especialista, abarca desde el primer eslabón de producción de suministros que puede ser la cosecha, y está vinculado con los métodos ineficientes de cosecha, transporte, y almacenado. Además la fruta y verdura que llega en mal estado muchas veces es desechada o vendida a un precio menor, por lo que la gente se la lleva en cantidad y luego no la puede terminar de consumir, en consecuencia la tira. Esto según el especialista está vinculado también con los diferentes poderes adquisitivos de las personas: “Generalmente donde hay menor poder adquisitivo, hay mayor cuidado de lo que se compra y mejor utilización”.

Además también visibilizó el desperdicio en hoteles, cadenas de comida rápida, que por cuestiones de políticas institucionales desechan la comida.

El especialista contó que cuando se tira a la basura alimentos, también desechamos fertilización, riego, emisiones de dióxido de carbono. “Le pedimos al planeta  cada vez más recursos para producir alimentos para más personas, y eso luego lo tiramos a la basura”.

“Todos somos responsables del sistema de producción, que abarca el sistema de transporte, el de manufacturación y el de consumidores finales. En nuestro país el 15.5% de los menores de 18 años sufrieron inseguridad alimentaria severa en 2021 , 2 millones pasaron hambre por falta de recursos. La alimentación balanceada que nos permite nutrirnos suele ser más costosa o más difícil de incorporar si uno no tiene la formación específica y los recursos disponibles”, dijo el especialista.

Para Jaramillo hay un desconocimiento sobre el tema y afirmó que si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer emisor de gas en efecto invernadero. “Muchos países están presentando planes con respecto al cambio climático y abordando el tema sobre el desperdicio de los alimentos, es una forma de ahorrar emisiones y disminuir los efectos negativos del cambio climático. Hay un cambio positivo con respecto a esto”.

“Como ciudadanos tenemos que intentar revertir este desperdicio” argumentó el  especialista. Además recomendó planificar la conducta alimentaria y reflexionar sobre la misma. Para él se debe tomar a la alimentación como un acto consciente, que implica un impacto en la naturaleza y en la calidad de vida de las personas. Además aconsejó no exigirle al mercado productos que están fuera de estación ya que esto genera un gasto energético y un desperdicio muy alto. “Es una forma de tener mayor responsabilidad”, cerró Jaramillo.