Parece que el conflicto del frigorífico Arroyo llega a su fin. Después de seis meses en los que no faenaron animales, se endeudaron, y la actividad en la fábrica cesó, los empresarios vendieron las instalaciones a Carnes Rionegrinas, que mantendrá a 30 empleados de los 70 que reclamaron por una solución durante tanto tiempo.

Ayer (27/10) la Asociación de Empleados de Comercio  (AEC) había anunciado dos movilizaciones para exigir una salida a la incierta situación que atravesaban los empleados del frigorífico local, pero este jueves, Walter Cortés , secretario de AEC, anunció que arribaron a una solución, por lo que las medidas de fuerza quedan desactivadas.

Tras días de negociación entre los hermanos Arroyo, empleados, sindicatos y el gobierno provincial, se decidió la venta de la empresa al frigorífico Carnes Rionegrinas, que tomará a 30 empleados del antiguo plantel y comenzará a trabajar de manera prácticamente inmediata. La mitad de los trabajadores corresponde a afiliados de AEC y los otros quince pertenecen al Sindicato de la carne.

De los 40 empleados restantes, alrededor de 22 serán reubicados en otros comercios de la ciudad. “Mantendremos reuniones con el ministro de Trabajo para que los que no continúen trabajando en la empresa puedan ingresar a otras áreas laborales, como ser, en los supermercados”.  Un número similar de trabajadores recibirá la liquidación correspondiente, ya que se trata de personas en edad de jubilarse.

Los empleados aún no perciben los sueldos de los últimos dos meses, pero el sindicalista aseguró que “se hará cargo provincia”. La próxima semana cobrarían el sueldo de agosto y a mediados de noviembre, el salario restante.

Cortés destacó las gestiones que realizó el gobernador Alberto Weretilneck para mediar en el conflicto. “En los más de veinte años que llevo al frente del gremio, nunca vi que el Estado intercediera en un problema de un privado”, remarcó el sindicalista.