Carlos Ubaldo Méndez: “La política la llevo en la sangre”

Carlos Ubaldo Méndez: “La política la llevo en la sangre”
Recientemente se hizo cargo del flamante juzgado de faltas Nº 2 de la ciudad. Tuvo un paso muy importante en la política de Tres Lomas. Su historia, proyectos, y las cosas que espiritualmente le hacen bien al flamante letrado.

El doctor Carlos Ubaldo Méndez es el flamante titular del Juzgado de Faltas Nº 2. Nació en nuestra ciudad el 4 de junio de 1962. Pasó su infancia y adolescencia estudiando en la Escuela Normal, luego fue a Industrial y culminó sus estudios en el colegio San Patricio. Además, practicaba deportes y recuerda con mucho cariño el club Trocha y el Solbaid.

Al terminar sus estudios realizó el servicio militar. Le tocó vivir la etapa del ’82 y la guerra de Malvinas.

Estudió abogacía en la Universidad de Morón, viviendo en Mercedes y alternando con algunas pensiones. Mientras tanto, tuvo algunos trabajos entre los que se destaca su etapa de disk jockey.

Cuando se recibió, un primo suyo –Eduardo Méndez- que vivía en la ciudad de Tres Lomas, de donde es oriunda su familia materna, lo convocó para ser su asesor en la Cámara de Diputados de la provincia. Así es como se fue a vivir a dicha ciudad luego de casarse con Marcela Alejandra Timossi, también mercedina.

Desarrolló su vida familiar, profesional y política en dicha ciudad. Tuvo dos hijos: Juan Cruz (21) y José Manuel (18).

Siempre ejerció la profesión en forma privada, y por su inclinación política llegó a ser concejal y presidente de bloque del partido justicialista, además de llegar a ser presidente del HCD. Fue asesor durante 16 años de la Honorable Cámara de Diputados de la provincia, del bloque justicialista, destinado a la comisión de asuntos constitucionales.

Desde hace algunos años comenzó a prepararse rindiendo exámenes en el Consejo de la Magistratura para ocupar el cargo de juez en lo Civil y Comercial Desde hace 25 años ejerce la docencia, hoy con un cambio de funciones en el Consejo Escolar.

Por cuestiones de tipo familiar, Méndez volvió a establecerse en la ciudad de Mercedes en diciembre del año pasado.

• ¿Cómo comenzó la etapa de la militancia política?

- Siempre milité dentro del Partido Justicialista. Mi papá, Lucho Méndez, era un histórico dirigente del justicialismo en Mercedes aliado con el doctor Gioscio. Fue concejal en dos oportunidades y secretario privado de Gioscio. Falleció en el cargo de director de Servicios Urbanos de la municipalidad, en la gestión del ex intendente.

Fui dirigente de la juventud peronista en el ’82. Quienes la reverenciábamos en ese momento fuimos cofundadores de la Agrupación Unidad y Lealtad junto con Martín Zubeldía, David Valerga (h), Juan Manuel Uncal, entre otros.

Las reuniones se mantenían en función de lo que se venía. No militábamos en la clandestinidad, pero sí estaba prohibido hacerlo en ese entonces.

• ¿Cómo siguió la actividad política?

- Durante mi carrera universitaria –desde el ’83 al ’89 – también milité. Cuando me fui a Tres Lomas comencé una militancia muy fuerte en función de que estaba en la Cámara de Diputados. Era un sacrificio enorme porque no estábamos en toda la semana y el fin de semana eran las reuniones en la seccional. Llegué a ser congresal durante muchos años y siempre mantuve cargos partidarios.

En el ’95 fui candidato a senador por la sexta sección electoral. Y en el ’99 entré como concejal hasta el 2003.

• ¿Cómo fue la etapa de concejal?

- Era el único abogado del cuerpo. Ello me llevaba a una gran producción legislativa. Mi objetivo siempre lo plantee desde el punto de vista que el HCD tenía que ser la caja de resonancia de las cosas cotidianas que pasaban en la comunidad, y tratar transformarlas en proyectos para mejorar la calidad de vida de las personas sin importar de quién venía la idea.

En ese momento éramos oposición, y el hecho de ser el presidente del bloque me llevó a conducir el partido. A su vez mi calidad de asesor me daba una vinculación directa con la dirigencia política e institucional del país.

Me ocupaba mucho de los espacios públicos. Es una característica del exterior el cuidado y limpieza de las ciudades.

Uno siempre buscaba el consenso, y más allá de las riñas había un gran respeto entre todos.

Fue una etapa muy activa de mi vida, y hasta me han dicho que nunca se trabajó tanto en el Concejo como en ese periodo… (ríe)

• ¿Cómo se considera como político?

- Soy un político elemental. Antes se decía de Perón y de Evita… sin perjuicio de las adhesiones que tenga con alguna otra línea, que resultan más que evidente. La experiencia me enseñó que la militancia y la política van posicionando a las personas en un sector, luego en otro… que es propio de la dinámica de la política. No soy de los que dejan de querer a alguien por la pertenencia a uno u otro sector. Sobretodo hoy, haciendo hincapié en el cargo que ostento.

La peronista es una familia muy grande…

• ¿Se considera más político que abogado?

- Me defino como un cuadro político. He sido formado como tal y he tenido la bella tarea de formar a otros. Eso lo pude compaginar con la abogacía, aunque debo reconocer que le he restado horas al trabajo e incluso a la familia por la política.

Distintas circunstancias de la vida, me llevaron a plantearme una descompresión de la acción política. Por eso, mi interés de coronarlo con una magistratura.

Sin embargo, la idea política… la charla y como motivo de conversación estará siempre presente. Lógicamente, no voy a estar organizando actos ni con una militancia activa no solo por el cargo, sino porque estoy más abocado a la faz familiar y profesional.

Le di mucho a la política y le saqué mucho a mi familia y a la profesión.

• ¿Se podría decir que es una etapa cerrada de su vida?

- Momentáneamente sí… Pero creo que uno nunca renuncia porque lo lleva en la sangre. No sé qué me depara el futuro. Hoy estoy abocado a esto porque lo necesitamos espiritualmente. No lo descarto en un futuro.

Al frente del Juzgado

Recientemente, Méndez asumió como el titula del Juzgado de Faltas Nº 2 y comenzó a desarrollar su tarea con varios proyectos en mente.

• Ahora inició una etapa puramente afectada a su profesión ¿Con qué se encontró?

- Me encontré con todo el apoyo del intendente y sin ningún tipo de condicionamiento. Era una coincidencia que se debe tener una acción preventiva, previo a la acción condenatoria. Veo un interés muy particular y especial en salir a solucionar la cuestión relativa al Control Urbano. Es así como se crea el nuevo juzgado.

Mi tarea debe ser absolutamente imparcial, garantizando el debido proceso de los que sean infractores. Es por ello que lo primero que hice fue ir capacitando al personal en cuanto son los criterios con los que se iba a trabajar. Me encontré con una muy buena respuesta y un compromiso.

Principalmente hago hincapié en que todos los que llegan acá son vecinos. Pretendemos que se le de una buena atención y se resuelva su situación aplicando justicia.

También hubo una muy buena receptividad y de hecho se está trabajando en una serie de proyectos de ordenanza respecto de lo que entendiendo que podría ser un mejoramiento de lo que sea de mi competencia.

Me ha tocado debutar en mi gestión con una situación muy particular en la ciudad de Mercedes como es el Día de la primavera. Me ha tocado salir a dar charlas, gustosamente, para que los padres se vayan involucrando en la cuestión de sus hijos. Es algo que no se ha logrado en un 100%, pero según me manifestaron se logró un mayor compromiso y participación.

• En la toma de juramento, juró por los soldados veteranos de guerra ¿Por qué la elección?

- Cuando hice el servicio militar se declaró la guerra de Malvinas. En principio había un desconcierto y no se sabía quién iba a ir. La primera información fue que íbamos a ir nosotros. Luego, se decidió convocar a la clase ’62 que estaría más formado.

Lamentablemente, muchos se enteraron que iban a combatir cuando aterrizaban en las islas.

Fui soldado clase ’63 pero por la prórroga que había pedido para terminar el secundario. Todos mis amigos y mis compañeros eran de la clase 62 y a ello les tocó combatir. Evidentemente hubo una decisión divina y no me tocó ir. Pero eso no hizo restar el compromiso de la mayoría de los soldados de la clase ’63 de reconocimiento a los que fueron. Algunos lo vivieron con mayor intensidad, y otros menos. Decidí hacer un reconocimiento perpetuo que creo debería irradiarse en el resto de la comunidad.

Siempre tuve un reconocimiento a mis compañeros y amigos. Casi toda la división del Colegio Industrial fue a Malvinas. Para mí es un hecho que hay que rescatarlo todos los días y así lo he hecho durante mi vida. Siempre los tuve presente, y creo que esta situación era una buena oportunidad para homenajearlos.

• ¿Qué otros proyectos encara desde el juzgado?

- La idea es, y que me encanta, en virtud de lo que respecta al Mercedes digital, queremos llegar al expediente virtual. Es algo que requiere de tiempo, y queremos imitar la página virtual de la Corte para facilitarle al vecino que utiliza esa herramienta, lo haga también con el Juzgado. Queremos ir viendo como se puede instrumentar para agilizar notificaciones sobre todo.

Hobbies

Sus amores siempre fueron el Club Trocha y el Club Solbaid. “Los clubes tienen mucha importancia porque son formadores de personas. Muchos de los valores que uno conserva fueron aprendidos en los clubes”, resaltó.

“Forjaron mi persona profes de la valía de Polo Chavez, Tito Borsalino, Eduardo Risso, Carlos Saporiti y Carlitos Fiorelli entre otros”, recordó.

Jugó a las bochas y fue varias veces campeón.

Estando en Tres Lomas, se sumó al Club de Planeadores Trenque Lauquen donde se formó como piloto de planeador e instructor de vuelo. Ello lo llevó a participar de campeonatos regionales y nacionales.

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