La caravana del "Sí, se puede" agudiza la interna con los que "esconden" a Macri

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La estrategia del presidente, recorrer 30 ciudades en 30 días, fue ideada por Marcos Peña. Los candidatos locales de Cambiemos, que intentan tomar distancia del gobierno, se quejan por la iniciativa.

 

Apalancado en el "Sí, se puede", el macrismo lanzó una campaña nacional para intentar acortar distancias con el kirchnerismo o al menos vender un poco más cara su derrota en las presidenciales. Mauricio Macri encabezará una caravana que pasará por 30 ciudades de la Argentina antes del 27 de octubre.

La necesidad tiene cara de hereje, reza un viejo adagio popular inmortalizado por Luis de Góngora. Con la obligación de descontarle más de 15 puntos al kirchnerismo, el oficialismo se aleja de la doctrina duranbarbista y se volcará a buscar el calor de las masas.

"La marcha del #SíSePuede: salimos para ganar. La campaña presidencial que comienza el domingo será distinta a todas las que vivimos hasta ahora", lanzó el presidente en Twitter.

La consigna fue inmortalizada por la selección española que ganó el mundial de fútbol de 2010.

"Quiero invitarte a hacer algo poderoso e influyente, algo que puede inclinar la elección pero que te necesita de manera indispensable", pidió Macri. Siempre renuentes a los actos populares, en el PRO esperan que las caravanas que encabece el presidente logren reducir la amplia brecha que hoy lo separa de Alberto Fernández.

Como todo lo relacionado con cuestiones de campaña, la caravana está supervisada por Marcos Peña. Fue el jefe de Gabinete quién diseñó la estrategia y la definición de las 30 ciudades junto a Iván Petrella y Hernán Iglesias Illa.

"Notamos que después del de las PASO hubo una marea de voluntarios que el 11 de agosto estaba en su casa y ahora quiere aportar su granito de arena", explicaron en el peñismo. "Son convocatorias, no es una marcha, va a haber actos, la idea es que Mauricio esté en todas", agregaron y recordaron la convocatoria de Luis Brandoni a las manifestaciones del 24A que sorprendió al PRO por su masividad.

La diferencia con los Fernández parece indescontable, pero a pesar de eso en el macrismo mantienen las esperanzas. "Creemos que hay razones objetivas para confiar. Una mayor participación, el impulso del voto extranjero, el voto blando que puede venir para nosotros y una mejor fiscalización que nos puede traer más votos", enumeraron.

A pesar de que es uno de los principales impulsores de la cruzada y es el candidato a presidente de Cambiemos, la foto de Macri no aparece en ninguna de las campañas locales. "Setenta fotos de candidatos de PRO en carteles de la General Paz. El presidente debe ser de otro partido porque no está en ninguna", ironizó el politólogo Marcelo Leiras desde su cuenta de Twitter.

No es un secreto que la imagen del fundador del PRO tracciona hacia abajo al resto de los candidatos oficialistas. En el Conurbano, ninguno de los postulantes que desea reelegir en sus distritos puso al presidente en la cartelería. Algunos, incluso, renegaron de los colores que identifican a Cambiemos y se volcaron a una paleta peronista.

En agosto las boletas oficialistas que llevaban a Horacio Rodríguez Larreta como candidato a la Jefatura de Gobierno llegaron plegadas de una forma tal que invisibilizaba la imagen de Macri junto a Miguel Pichetto. Ya habían salido así de la imprenta y el truco se repetirá en estas generales.

Las piezas audiovisuales que el alcalde capitalino pondrá a circular hoy tampoco incluyen a su viejo jefe político, a pesar de que la Ciudad es uno de los distritos donde Macri está mejor ponderado. "Es injusto plantear que ahora no está, sigue la misma línea que tenía para las PASO, es una campaña local", se quejaron en el larretismo ante la consulta de Tiempo.

Con repetir la cifra obtenida en las Primarias Cambiemos mejorará el número de diputados que cosechó en 2015 cuando Macri consiguió 34 puntos que a la postre terminarían catapultándolo a la presidencia. Rodríguez Larreta aspira a quedarse con esa herencia y convertirse en el jefe de la oposición.

Por eso no todos saludan la iniciativa de Macri e incluso algunos con sorna hablan de un tour de despedida para buscar una derrota digna. "No me parece que sea lógico. Eso es seguir profundizando una grieta cuando la elección está definida. Nosotros tenemos un núcleo duro del 32 o 33% que, por más que les saquemos la casa, nos vota", reflexionaron desde el larretismo sobre las marchas. "Competir calle con calle no es la solución", completaron en referencia al peronismo.  «

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