Es JLT. Abrió una sede en Buenos Aires y sus directivos tienen vínculo con Wado de Pedro, uno de los líderes de la agrupación.
Su expansión es tan considerable que uno de sus objetivos es quedarse con los contratos de seguros de la petrolera nacional, YPF, los más codiciados y millonarios del rubro, contaron fuentes empresarias del sector que conocen las operaciones de JLT Argentina.
Rosales, el CEO de la empresa, ocupó antes un cargo ejecutivo en la aseguradora Cooper Gay. Es la misma firma en la que también trabajó otro de sus amigos, justamente el funcionario que controla el mercado de los reaseguros, en el que opera JLT Argentina. Se trata de Diego Rueda, también militante de La Cámpora, gerente general de la seccción del Banco Nación que regula los reaseguros, es decir, las operaciones que resultan cuando una aseguradora le cede a una intermediaria parte del riesgo que tomó con algunos de sus clientes, y también entonces se reparten los pagos que reciben por esa póliza.
Por ahora, JLT Argentina trabaja como “reaseguradora”: empezó a trabajar en el país hace pocos meses. Aun así, ya logró obtener contratos muy importantes con empresas públicas en las que La Cámpora tiene influencia, como YPF o Aerolíneas Argentinas, afirmaron fuentes del sector.
Para obtener su objetivo mayor, es decir, quedarse con las pólizas más importantes de YPF, JLT Argentina necesita que la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), a cargo de Juan Bontempo, l a autorice a operar con vólumenes de seguros multimilonarios en dólares.
Entre los ejecutivos de las multinacionales de los seguros dan por descontado que eso ocurrirá.
Como los “camporistas” “Wado” De Pedro y Rueda, Bontempo también suele tener preferencias y celeridad gubernamental ante los pedidos empresarios de JLT, afirmaron fuentes que conocen la trastienda de esas relaciones.
La irrupción de esta empresa en el mercado de seguros está generando cada vez más polémica entre las demás compañías del rubro.
Algunos de los ejecutivos del sector empezaron a quejarse, por ahora pidiendo no ser identificados, porque importantes funcionarios de la Superintendencia de Seguros les sugirieron que le cedan clientes a JLT Argentina para poder operar en el país sin problemas. El superintendente de seguros, Bontempo, es un funcionario de mucha confianza de la presidenta Cristina Kirchner (ver Bontempo...).
La expansión de JLT es tan llamativa porque opera en el país desde hace pocos meses. Aunque la sucursal local ya funcionaba con anterioridad, la sede central de JLT anunció oficialmente que desembarcaba en Buenos Aires el 6 de marzo. Lo hizo a través de un comunicado en el que el nuevo CEO, Rosales, explicó que tenía “mucha confianza en que la experiencia en el equipo local, combinada con la amplitud y profundidad de JLT Group, nos permitirá hacer un fuerte impacto en el mercado”.
Hasta ahora, y en muchos gracias a los llamativos beneficios que recibe desde el Estado, JLT, efectivamente, logró impactar en el mercado de los seguros argentinos: son negocios de alrededor de 2 mil millones de dólares al año.
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