El premier británico llamó a los isleños para felicitarlos por el referéndum. "Las Islas Falkland pueden estar a miles de millas de distancia, pero son británicos hasta la médula", dijo.
"Los habitantes de las Falkland (sic) no podían hablar más claro. Quieren seguir siendo británicos y todo el mundo, incluida Argentina, debería respetar este punto de vista", dijo Cameron, quien se mostró "encantado" con el resultado de la votación.
"Las Islas Falkland pueden estar a miles de millas de distancia, pero son británicos hasta la médula y eso es lo que quieren seguir siendo. La gente tiene que saber que siempre estaremos ahí para defenderlos", dijo.
Incluso, Cameron llamó hoy por teléfono a las autoridades de Malvinas para felicitarlos por el "rotundo" resultado del referéndum.
En la red social Twitter, el premier británico informó que había telefoneado a Gavin Short, uno de los ocho miembros de la Asamblea legislativa de Malvinas, para transmitirle "lo encantado" que está.
"Los isleños de las Falkland son británicos de pies a cabeza", apuntó Cameron, que incluyó en el tuit una foto suya llamando por teléfono a Short.
"También los felicitó por la forma en que se había desarrollado el referendo y dijo que esperaba que el resultado sea reconocido a nivel internacional", agregó un vocero.
"El primer ministro dijo que los malvinenses deben estar muy orgullosos y prometió seguir apoyándolos y promover a las Malvinas, además de desearles lo mejor para el futuro", aseguró.
Por su parte, Gavin Short agradeció el respaldo del Reino Unido y apuntó que la consulta, la primera de este tipo que se celebra en esas islas del Atlántico Sur, supone "un hito para los libros de historia de las Malvinas", según Downing Street.
En el referéndum de autodeterminación que se celebró el domingo y el lunes, los habitantes de las islas Malvinas votaron en un 99,8% a favor de mantenerse como un territorio británico de ultramar. Sólo tres isleños votaron en contra. Un 92% de los 1.672 electores del archipiélago participaron en el referéndum.
El resultado, anunciado el lunes a las 22.30 de Argentina fue celebrado en la capital del archipiélago, Stanley. "Hay cientos de personas reunidas ante la catedral que cantan y agitan banderas", declaró el consejero local, Barry Elsby.
La consulta, realizada con la bendición del gobierno británico, que controla las islas desde 1833, fue descalificada por Argentina, que la considera un "intento de manipulación" y que advirtió que "no pondrá término al diferendo por la soberanía".
"Es una maniobra mediática y dilatoria. Es una maniobra sin ningún valor legal, no ha sido convocado ni supervisado por las Naciones Unidas", dijo ayer la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, en declaraciones a radio La Red.
"Son británicos. Respetamos su modo de vida, su identidad. Respetamos que quieran seguir siendo británicos, pero el territorio en el que habitan no lo es", añadió.
La conmemoración, en 2012, del 30 aniversario de esta guerra y el descubrimiento de petróleo cerca del archipiélago avivaron las tensiones diplomáticas y la presidenta Cristina Kirchner fue aumentando sus reivindicaciones progresivamente.
Argentina, que se encuentra a 400 km de distancia del archipiélago, calificó de "ilegal" este referéndum ya que sostiene que los isleños son una población "implantada" y, por tanto, no tienen el derecho a la autodeterminación.
Por su parte, Londres, situada a 14.000 km de distancia de las disputadas islas, asegura que no discutirá sobre temas de soberanía con Buenos Aires salvo que fuera el deseo de los isleños.
El Comité Especial de Descolonización de la ONU ha solicitado la apertura de negociaciones para resolver el contencioso británico-argentino, por lo que los habitantes de las islas esperan que el referéndum sea beneficioso para su causa.
Los habitantes de Malvinas esperan que el resultado del referéndum sirva para enviar un mensaje claro a otras capitales y presionarlas para obtener reconocimiento internacional.
Estados Unidos, por ejemplo, se ha guardado mucho de tomar partido en el contencioso, a pesar de su alianza con el Reino Unido, donde el referéndum apenas ocupó espacio en la prensa y pocos periódicos publicaron breves reportajes o fotografías sobre este territorio de ultramar.
Sin embargo, esta votación es bastante simbólica. "No creo que tenga mucha repercusión en el resto del mundo. La posición británica es bien conocida, la posición argentina también", dijo George Philip, profesor de política comparada y especialista en América Latina en la London School of Economics (LSE).
"En lo que respecta a los habitantes, esto puede aportarles una especie de relajación psicológica dado que estuvieron sometidos a la presión de Argentina desde hace un año", apuntó.
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