Calderón y Pehuen Co: obras en los caminos rurales

Calderón y Pehuen Co: obras en los caminos rurales

La inversión es cercana a los 20 millones de pesos.

Por Natalia Miguel

  Con una inversión cercana a los 20 millones de pesos, se llevan adelante trabajos de mantenimiento en los caminos rurales de las localidades rosaleñas de Calderón y Pehuen Co.

   En el caso de Calderón, se realizan mejoras en los caminos rurales en los ingresos y calles internas del pueblo, en una extensión de más de 5 kilómetros.

   Ya se cumplimentaron las tareas de limpieza del terreno y la ampliación de las superficies para la construcción de la calzada, junto con los desmontes.

   En esta etapa, se procedió así a la ejecución de los terraplenes, banquinas y rampas de acceso a vecinos y para las nuevas calzadas, la limpieza de zanjas y la profundización de cunetas existentes y nuevas, además de su consolidación.

   Al mismo tiempo, se está avanzando en la compactación del suelo con la provisión y transporte de los materiales necesarios, para luego darle la nivelación correspondiente y la construcción de la capa superior de la calzada.

   La labor fue visitada por el intendente Mariano Uset y se encuentra a cargo de una empresa privada.

Parte de la historia

   Esta localidad, nacida a principios del siglo XX al amparo de las vías del ferrocarril, está situada al noroeste del partido de Coronel Rosales, distante 21 kilómetros de Bahía Blanca.

   Según la información que consta en el Archivo Histórico Municipal de Punta Alta, debe su nombre al doctor Horacio Calderón,  propietario de 5000 hectáreas aledañas a la estación ferroviaria perteneciente al Ferrocarril del Sud y que fue habilitada en julio de 1909.

   Simultáneamente, Calderón elevó una nota al gobierno provincial expresando su voluntad de formar en sus campos, un pueblo que lleve su nombre y fraccionar el resto en quintas y chacras destinadas a la agricultura, formando una colonia agrícola.

   De esta manera, comenzó entonces la construcción de las primeras viviendas, dando forma a la localidad de característica rural, la cual nunca alcanzó la categoría de centro urbano.

   La estación poseía el servicio telegráfico y en la estafeta postal funcionaba un almacén de ramos generales.

   Desde los primeros años Calderón contó con enseñanza primaria, que se impartía en la Escuela Nº 37, hoy Nº 6.

   Tres décadas más adelante, la localidad pudo ostentar un desarrollo comercial notorio, abarcando una amplia gama de rubros.

   Se destacaban los almacenes de Juan García, Antonio Real y Atilio Mochen Hnos.

   La industria local estaba representada por la planta productora de “Agua Mineral Calderón”, de Federico Suárez Gordillo y Cía., mientras que en el sector rural varios establecimientos se dedicaban a la producción lechera, y el resto, a la tradicional explotación agrícola y ganadera.

   Al crearse el partido de Coronel Rosales en 1945, la localidad de Calderón pasó a su jurisdicción administrativa, quedando emplazada próxima al límite con Bahía Blanca.

   En esa década, se comenzó a evidenciar una involución demográfica, la cual se acentuó aún más desde 1976 en adelante, cuando dejó de funcionar el ferrocarril y la estación quedó abandonada.

Camino corto

   Mientras, en Pehuen Co se efectúa la colocación de un alcantarillado aliviador, con respaldo de hormigón en el camino corto.

   Tanto esta obra como la de Calderón, fueron diseñadas desde el Municipio en el marco del programa provincial “Plan estratégico de mejoras de caminos rurales”, con una inversión conjunta entre ambas partes.

   Esta villa se encuentra situada al sudeste del distrito rosaleño, a 68 kilómetros de Punta Alta.

   En 1882, sus tierras fueron adquiridas en remate público por José María Bustos, quien luego las vendió a los hermanos Modesto y Avelino González Martínez. Esta familia residía en la estancia “El Palomar”, asentada cerca del río Sauce Grande y separada por unos 8 kilómetros de Pehuen Co, llamado en ese entonces “la playa” o “la costa”.

   Hacia 1936, con Avelino como único propietario de las tierras, se afianzó la idea de crear un balneario, inspirándose en un paraje de la costa atlántica francesa llamado “Las Landas”. A partir de allí se inició la fijación de los médanos, a lo que le sucedió la forestación, con variadas especies, y el trazado sobre la arena de las principales avenidas, como son San Martín, Rosales y Ameghino.

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