La abogada uruguayense María Isabel Cacciopoli ha encabezado hechos históricos en materia de juicios de lesa humanidad en nuestro país y es una de las referentes más destacadas cuando hablamos de memoria, verdad y justicia. Marita fue querellante en la causa, que está caratulada como “Harguindeguy, Albano Eduardo y otros” que se tramitó en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay y también en la causa contra José Darío Mazzaferri, alias “Moscardón Verde” por delitos de lesa humanidad cometidos en nuestra ciudad.

En cuanto a la repercusión en la población uruguayense, La Calle dialogó con Cacciopoli, quien señaló: “considero que en este último caso de Mazzaferri la ciudadanía uruguayense despertó. Me encuentro con muchos vecinos que me hacen obsequios, me visitan en mi estudio, me dan un abrazo y eso me llena el corazón.

En estos casos es muy difícil llegar a buenos resultados. En este último juicio la gente de Concepción del Uruguay se despertó y lo vivió muy de cerca”, destacó y añadió: “sé que hubo muchas más víctimas de las que presenté en el procedimiento, de hecho conocí muchos más vecinos víctimas de Mazzaferri pero hay una cuestión de cuidado y de no dañar más sus mentes. También de respetar el secreto profesional de esa confesión del vecino que ha venido a contar y por eso mismo he tenido mucho cuidado sobre los testigos que he citado en esta causa”.

En el diálogo la abogada habló sobre las amenazas y extorsiones que sufrió en su estudio mientras estos juicios se encontraban en cauce y explicó: “en el año 2010 fui víctima de un incendio. Después de una incipiente investigación y de no bajar los brazos aún cuando la policía local decía que se trataba de un delito común que no estaba relacionado a las causas y fiscales ordinarios que dijeron lo mismo, yo estoy convencida que sobre todo Mazzaferri, que fue el segundo de la policía federal a nivel jerárquico, realmente tenía el poder como para hacerme cualquier tipo de daño y ese era el menor daño que me podía hacer sobre mis bienes. En cuanto a esto creo que tomé real conciencia cuando lo escuché declarar y me di cuenta el nivel de contacto político que tenía y toda la infraestructura que él manejaba”.

Sobre el beneficio del 2×1

Luego de que en mayo pasado la Corte Suprema de Justicia de la Nación haya declarado aplicable el cómputo del 2×1 para la prisión en un caso de delito de lesa humanidad, diferentes organizaciones políticas, agrupaciones y militantes decidieron marchar en repudio a la decisión.

En cuanto a la aplicación de este beneficio la abogada uruguayense arbitró: “recuerdo que hice una reflexión en casación, que los jueces en su momento opinaron en forma diversa, y consulté sobre cómo quedamos ante la legislación penal internacional. Por un lado condenamos a los represores a cadenas perpetuas o a penas de cumplimiento y posteriormente le damos los beneficios; es decir, dos represores condenados por delitos de lesa humanidad y genocidios, que en muchos casos constituyen penas muy altas para el estado Argentino y son de gran responsabilidad internacional, gozan de estos beneficios. Ante eso me planteo cómo estamos parados ante los otros países cuando realmente estamos cumpliendo con las convenciones internacionales y paralelamente premiamos a estos sujetos otorgándole el beneficio de estar en su casa.

Parecería que estamos haciendo algo muy bueno a nivel jurídico condenando represores pero en la práctica la situación es muy hipócrita”.

Cacciopoli, en declaraciones a este medio, se refirió también al caso de Santiago Maldonado y el debate que gira en torno a los desaparecidos en democracia y en esta línea subrayó: “en lo personal me duele mucho Maldonado. También me duele Julio López cuando desapareció y me duelen los que desaparecen todos los días que son muchos. Creo que hay una gran responsabilidad del Estado y no del Estado del poder ejecutivo, sino del Estado judicial, en hacerse cargo de investigar correctamente las causas”, concluyó.