La Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Bariloche hizo lugar al amparo presentado por vecinos del barrio 106 Viviendas y dispuso la suspensión de la actividad de la cantera y hormigonera Ñire, en un plazo de 60 días. La Municipalidad tendrá a su cargo la supervisión del cumplimiento "bajo apercibimiento de ley".
"Hemos advertido claramente, ya sea del reconocimiento personal que se hiciera del lugar como de los distintos testimonios recogidos, ya sea en oportunidad de dicha visita o en la audiencia celebrada en este tribunal que el funcionamiento, aunque más no fuere parcial de la cantera, implica para los vecinos una fuente constante de molestias e incomodidades a las cuales hemos de tratar de ponerle fin", expresa la sentencia en la que los jueces afirman que "no escapará a la apreciación directa de cualquier observador que pueda avanzar en el análisis de la problemática que nos ocupa, que el desplazamiento de camiones de gran porte y el funcionamiento mismo de la hormigonera significan una disminución evidente de la tranquilidad de la cual deben gozar cualquiera de los habitantes de esta ciudad e implican la consiguiente disminución de la calidad de vida de las personas, afectándolas en la estabilidad de la cual tienen todo el derecho de gozar".
Con el voto rector del juez Edgardo Camperi, la cámara integrada además por los jueces Ruben Marigo y Juan Lagomarsino, manifestó que "existen en conflicto dos intereses, ambos respetables". "Uno, el de los titulares del emprendimiento, a desarrollar una actividad económica lícita que genere beneficios para ellos y para terceros. Otro, el de los habitantes del barrio próximo -diría que lindero- que, como decimos, debe reconocérseles la posibilidad de habitar con normalidad y tranquilidad las casas que, plan de vivienda mediante, les hubieran resultado adjudicadas", sostiene la sentencia que define inclinar la balanza "al derecho de los vecinos a gozar de paz sin ninguna situación que perturbe su tranquilidad y menos aún, coloque en riesgo a las viviendas y, en alguna medida, a quienes las habitan".
En ese marco, se definió la suspensión de toda actividad en la cantera de propiedad de la demandada, decisión cuya supervisión quedará reservada a la Municipalidad de Bariloche "mediante los organismos pertinentes, bajo apercibimiento de ley".
Se trata de una nueva sentencia a favor del reclamo de vecinos que comenzó en diciembre de 2011 alarmados por el avance de la cantera y el retroceso de sus terrenos que se ven afectados además, por el efecto del agua y el viento. En febrero de 2012 la cámara hizo lugar a una medida cautelar y ordenó suspender "toda actividad" en la cantera en explotación hasta la resolución del amparo.
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