Bajó la cifra de llamados al 0800 Droga No tras la polémica sobre el anonimato

Bajó la cifra de llamados al 0800 Droga No tras la polémica sobre el anonimato

Ese fue el dato que fuentes judiciales confiaron a este Diario. De un promedio que superaba las 10 comunicaciones mensuales durante el primer trimestre, en los dos últimos meses apenas superó la media docena.

"Los llamados mermaron, eso está a la vista", afirmó una fuente judicial consultada por EL POPULAR acerca de cuál es el estado de situación de la línea telefónica que fuera creada para "denunciar operaciones de venta de droga", tal cual lo estipula el decreto que la creó a inicios de noviembre de 2012. El 0800 Droga No en las últimas semanas ha ocupado tanto el debate político como la opinión pública a partir de manifestaciones en las que se puso en duda el anonimato de los denunciantes. Para conocer cada una de estas cuestiones fue que desde este Diario se mantuvieron durante los últimos días comunicaciones y encuentros tanto con trabajadores del poder Judicial como con Daniel Manuel, Director del Centro de Monitoreo Municipal, lugar donde se encuentra la recepción de llamadas al 0800 333 4236. 

 

Qué sentido tendría pedir esa información, cuál sería la ganancia. Hay concejales que tienen que tomar conciencia que antes de emitir una opinión hay que hacerlo con criterio, con responsabilidad cívica. Hay que informarse, tienen que venir y ver cómo trabajamos", puntualizó el funcionario municipal. El descontento es palpable, pero no sólo lo ubica en su persona y el Ejecutivo, sino que también se lo adscribe su personal, ya que detalla que con estas cosas se lo afecta en el "ego" y "las ganas".

EL POPULAR recorrió el Centro de Monitoreo Municipal y no sólo pudo ver el lugar de atención de las llamadas sino también una suerte de lámina o afiche que acompaña al teléfono en el que se deja en claro cuál debe ser el protocolo a realizar por el operador. En este sentido, una de las modificaciones que impulsó el propio Manuel es que los únicos habilitados a responder son los supervisores de cada turno.

Las preguntas a realizar, según el protocolo, son seis y en ninguna de ellas se alude a la consulta acerca de la identidad del interlocutor. Se indaga solamente sobre la comercialización de estupefacientes: lugar, horarios, quienes la venden, en qué se movilizan, qué sustancia, entre otras. Cuando esto concluye el operador debe repasar los datos para luego despedirse diciendo: "La denuncia será remitida de inmediato a la Ayudantía fiscal de droga de Olavarría para comenzar una investigación", según se puede leer en ese mismo documento. "Les damos la garantía que no es así, no se le pide ningún dato", puntualizó Manuel.

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