En Azul, el FPV sigue de fiesta, y los platos rotos los paga el pueblo

En Azul, el FPV sigue de fiesta, y los platos rotos los paga el pueblo

Los trabajadores azuleños no dejan de recibir duros golpes que repercuten en la economía de las familias de la ciudad. A la suba de las tarifas (tasa municipal y luz) hay que sumarle el aumento de entre 550 % y 750 % del costo del gas, producto de la quita de subsidios realizada por Macri.

Cerámica San Lorenzo comunicó que finalizó la mediación con el sindicato y tomó la decisión de dar de baja 26 contratos. Por otra parte, en el municipio de los asesores, subsecretarios y coordinadores, el Intendente se aumentó su sueldo y el de sus funcionarios.

Otro tarifazo, y van…

El aumento del gas supera en promedio un 300 % en todo el país. En Azul, en cambio, llegará hasta 750 % en algunos casos. El vocero de la empresa de Gas Camuzzi argumenta este desorbitante aumento en que Azul pagaba una tarifa congelada en 1999.

Pero si de subsidios hablamos, el gran capital fue el más beneficiado. En 2014, CFK acordó con la empresa estadounidense Austín Powder. Este arreglo, le garantizó provisión de gas a una tarifa congelada de U$s 2,50 el millón de BTU por 10 años, cuando hoy su precio asciende en boca de pozo a U$s 7,50. La diferencia la pagamos los trabajadores con este desproporcional aumento.

La quita de subsidios también repercutirá en la canasta familiar acrecentando su costo, porque los capitalistas industriales trasladarán a los precios estas subas.

El sueldo de los funcionarios

El matutino dominical desayuna con la noticia de que el motoquero Bertellys se aumentó su sueldo pasando a ganar desde marzo de este año $72.946, llegando en septiembre a $82.838.

El Intendente argumenta su aumento en razones de igualdad, ya que los sueldos de la planta política aumentarían de acuerdo a la paritaria municipal del 34%; a pagarse en tres tramos (18 % en marzo, 8% en julio y nuevamente 8% a partir de septiembre). ¿Razones de igualdad? ¡Las pelotas! El sueldo de un trabajador municipal está muy por debajo de la canasta familiar. Si cotejamos, los trabajadores municipales reciben el 8% en comparación al sueldo del Intendente. Lo que gana un trabajador municipal en un año no alcanza al sueldo mensual del jefe comunal.

El Intendente asumió su mandato bajando contratos, (90) argumentando que los empleados no cumplían con su labor. No pasó lo mismo con la planta política, sino todo lo contrario, ya que esta creció en 60 cargos.

La gran infamia del lapridense esconde que en un municipio que está quebrado, se destina el mismo porcentaje de presupuesto (3%) a funcionarios que al Hospital Pintos, sin contar los gastos de salarios de personal del mismo. Si la realidad de Azul fuera volcada a la literatura sería realismo mágico y el Intendente merecería el Nobel literario.

Hacemos un llamado a las organizaciones populares, sindicatos, centros de estudiantes, y al conjunto de los trabajadores a luchar para anular el tarifazo, abrir las cuentas de todas las concesiones estatales y del municipio; confiscar los bienes mal habidos de las camarillas empresarias y funcionarios. Que el presupuesto de Azul deje de ser un botín de una camarilla de funcionarios y las empresas que despiden, y se ponga al servicio de las necesidades populares.

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