Aunque mucho menor que las protestas, Dilma Rousseff tuvo su marcha a favor

Cientos de personas se reunieron el domingo en la sede del instituto del ex presidente Luiz Inácio "Lula" da Silva en San Pablo para "defender" al Gobierno, que fue objeto de multitudinarias protestas

La movilización frente al Instituto Lula fue organizada por la Central Única de Trabajadores (CUT), organización de sindicatos cercana al Partido de los Trabajadores (PT), que lidera Lula y al que también pertenece la actual presidenta.

Según la CUT, el acto fue "en defensa de la democracia" y "contra el golpe" que supuestamente orquestan los sectores de la oposición, que en las manifestaciones del domingo exigieron la destitución de Rousseff por la supuesta responsabilidad del Gobierno en la vasta red de corrupción detectada en la petrolera estatal Petrobras.

"No va haber golpe", corearon las personas congregadas frente al Instituto Lula, que amenizaron el acto con una gran parrillada.

A pocos kilómetros, decenas de miles de personas se manifestaron contra el Gobierno en la céntrica Avenida Paulista, el corazón del mundo de las finanzas y los negocios en San Pablo.

Ni los organizadores de esa protesta ni la Policía habían dado todavía ningún cálculo de asistencia, pero después del mediodía al menos diez cuadras de la avenida estaban completamente ocupadas por manifestantes.

Las protestas comenzaron por la mañana en decenas de ciudades de al menos 16 de los 27 estados del país, en las que, en total, según calcularon las autoridades, ya habían tomado las calles alrededor de 200.000 personas.

En todos los casos, los manifestantes exigieron la destitución de Rousseff y también criticaron a Lula, quien en muchos carteles fue tildado de "jefe" de la red de corrupción que operó en Petrobras durante la última década, en la que fueron desviados de la empresa unos 2.000 millones de dólares.

En Brasilia, donde la manifestación culminó frente al Congreso Nacional y reunió unas 30.000 personas, la marcha fue encabezada por un enorme muñeco de unos cinco metros de altura, similar a Lula y vestido con un traje a rayas de presidiario.

El Gobierno aún no ha comentado el impacto de las protestas, pero fuentes oficiales informaron que Rousseff evaluó el resultado de las manifestaciones el mismo domingo en una reunión privada con algunos de sus ministros más cercanos.

Además del acto de "solidaridad" con Lula realizado el domingo en San Pablo, el PT ha convocado diversas manifestaciones "en defensa de la democracia" y "contra el golpe" para el próximo jueves.

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