A diferencia de lo ocurrido en Rosario en julio pasado donde murieron 22 personas por la explosión en un edificio dijo que “acá estuvo Dios de nuestra parte y para los no creyentes la fortuna estuvo de nuestra parte”.

Sobre las informaciones del local siniestrado precisó que “se trata de un local que está cerrado hace tres años. A través del cartel de la inmobiliaria intentamos contactarnos con el propietario que parece que es de Buenos Aires”.

“Ahora hay muchos pasos de la justicia, pero nuestra sensación es que hay responsabilidad del dueño del local”, aseveró.

Por su parte, Miguel Frías, encargado del edificio que está sobre el local que explotó ayer por la tarde, señaló que “después de ver los daños materiales no creo que el edificio se pueda habitar hasta después de unos días”.

La zona del siniestro “está toda acordonada, pasamos la noche en el hotel lindero al edificio porque gracias a Dios el intendente pudo ubicar a toda la gente evacuada ahí”, indicó.

Sobre lo sucedido manifestó que “aparentemente hubo una explosión con el sótano. Ahora Defensa Civil va a hacer un peritaje”. Al respecto, aclaró que “no sabemos que pasó porque no hubo olor previo”.

Ayer durante la explosión “voló todo. La gente mayor fue asistida para poder bajar, y estaba todo destruido. Lo que fue la planta baja fue una barrida. Pero gracias a dios no hubo heridos”.

El siniestro ocurrió en un local en venta. “Se levantó todo el piso del local pero no estaba habitado. Ninguna vivienda familiar sufrió daños. No hubo heridos afuera ni adentro”.

En tanto, José que trabaja en Aerolíneas Argentinas cuyas oficinas están arriba de donde ocurrió la explosión, precisó que “acá hay dos puertas, abrí la reja luego la de madera. Hice cuatro metros y voló todo. Quedé dentro de la bola de fuego, tenía el pelo prendido fuego y una persona me pegaba en la cabeza para apagarlo”. El trabajador no sufrió heridas y pudo salir por sus propios medios.