Argentina está entre las tasas más altas del mundo de personal de salud infectado con coronavirus. El promedio en el mundo es del 10%. Y nuestro país, al día de hoy, está en un 15% y solo es superado por España y Uruguay. 

Se trata de datos a los que accedió la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FESPROSA), según pudo confirmar El Destape. Esta información no es pública y pertenece a la Dirección Nacional de Epidemiología que está bajo la órbita del Ministerio de Salud. Esta tasa incluye a todo el personal médico, incluyendo agentes sanitarios, bioquímicos, enfermeros, entre otros trabajadores. 

El viernes, en el reporte diario del Ministerio de Salud sobre el coronavirus, se había informado que el 14% de los contagiados totales (374) corresponden a trabajadores de la salud. Y se notificaron hasta ahora tres personas fallecidas por coronavirus.

Sin embargo, ya creció 1% ese número, según reveló el FESPROSA a este portal. El sábado Argentina era el Nº1 en ese triste ranking, que ahora lidera Uruguay con el 16%. Y lo sigue España con el 15.5% de personal médico infectado. Este último país es uno de los países que más muertes sufrió en el mundo. Al cierre de esta nota, llevaba 200.210 contagios y 20.852 fallecimientos. 

El resto de los países promedia un 10% para abajo de infectados del personal de la salud. Italia tiene ese porcentaje de trabajadores infectados, al igual que Chile. Por el lado de Brasil, los últimos datos que se dieron a conocer fue hace diez días sobre los profesionales de la salud y esos números indicaban un 6%. China informó un 4%. Y por el lado de Estados Unidos no se pudieron recoger datos porque no están dando a conocer sobre su personal de salud, informó el sindicato argentino de los profesionales de la salud. 

Reunión entre el sindicato y el Gobierno

Mañana habrá una nueva reunión entre el FESPROSA y autoridades del Ministerio de Salud (no participará el ministro Ginés González García). Uno de los pedidos que se hará, según pudo saber El Destape, es que una vez por semana como mínimo se den a conocer públicamente los datos de los trabajadores de la salud contagiados de COVID-19. 

La semana pasada ya hubo una reunión entre la delegación de FESPROSA, ATE y CTA Autónoma con el Ministerio de Salud de la Nación. Participaron la presidenta de este sindicato, María Fernanda Boriotti, y el Secretario General, Jorge Yabkowski. De la cartera estuvieron el viceministro de Salud, Arnaldo Medina, y el Subsecretario, Alejandro Collia.

El sindicato quiere poner en marcha junto al Gobierno un plan para minimizar los contagios entre quienes están en la línea de fuego. ¿Cuáles son los principales reclamos de los profesionales de la salud para que no siga subiendo la cifra de contagios entre trabajadores de la salud? Los materiales de protección. "Son cuatro", analiza el Secretario general del gremio en diálogo con El Destape. Sobre esto, enumera: "Nos falta látex para guantes; los barbijos quirúrgicos, los barbijos N95 que solo los produce la empresa 3M; las máscaras, que con la producción vía 3D podría llegar a resolverse y es lo menos crítico; y el déficit más grande son los camisolines". 

En referencia al último punto, Yabkowski contó a este portal hace días: "Hay que trabajar con la industria textil. La única tela que es impermeable a las gotas del COVID-19 es la tela 6M. Necesitamos producción nacional". ¿Cuál podría ser la solución inmediata? "Son importantes los vuelos a China para traer insumos. En esa parte de Oriente está localizada la producción textil. Pero hay que espera a ver si salen bien esos vuelos. Hoy el mercado mundial está seco y hay mucha piratería. Países que se quedan con mercadería que iba dirigida a otra nación", explica Yabkowski a El Destape. Y deseó: "Ojalá funcione la logística del Pacífico". Se refiere a la ruta que inició Aerolíneas Argentinas que fue dirigido a China desde ese Océano.

Para cuidar lo más posible al personal médico en medio de la pandemia del coronavirus se está realizando un plan de trabajo de "equipo muletto". "Se trabaja con la mitad del personal y la otra parte del equipo queda como suplente", detalló. Esto es: si hay un infectado, se encuarentena al equipo A, "sale de la cancha" e ingresa a trabajar el plantel B. "Tiene la contra de que se sobrecarga a un equipo en el día a día", se lamenta Yabkowski.