Se trata de la Playa Bristol y del “Paseo de Compras” que se pretende montar en las inmediaciones del balneario. Además, se solicitaron informes a Obras y el Emtur.
En medio de la tensión por el parate en el tratamiento del Presupuesto 2022, este mediodía sesionó la comisión de Turismo, que le dio el primer despacho, por unanimidad, a dos proyectos del Ejecutivo para llamar a licitación la Playa Bristol y el “Paseo de Compras” que se pretende instalar en las inmediaciones del balneario.
En el primer caso, tal como informó este medio, se trata de la playa más concurrida de la ciudad, que ha estado en el ojo de la tormenta por la renovación sistemática de permisos precarios. En esta temporada, el permisionario, Ítalo Ravasio, deberá pagar un canon de $1.393.480 por la explotación de la UTF que el empresario tiene en concesión desde la temporada 1995/1996.
El gobierno está en la etapa final del pliego de bases y condiciones para realizar el llamado a licitación pública. La intención es ofrecer un tratamiento como playa pública equipada. Por moción del bloque del Frente de Todos, si bien se le dio dictamen al proyecto, se agregó un pedido de informe al Emtur para que explique si en la compulsa va a tener el derecho de preferencia del permisionario actual.
Por su parte, en la misma sintonía, la comisión le dio luz verde a la creación de la UTF “Paseo de Compras Bristol” y el correspondiente llamado a licitación. También se anexó un pedido de informe al Emtur.
“Este predio fue otorgado para el emplazamiento de una feria de venta ambulante-la Saladita-mediante Ordenanza Nº 12953, ocupando la vereda lateral de la UTF Bristol Popular. Este permiso fue extendido a través de diferentes normas (Ordenanzas 15489, 17042 y 17124), que mantuvieron el carácter precario de la explotación, siguiendo hasta la actualidad”, señala el proyecto de ordenanza impulsado por el gobierno.
En este sentido, a través del ente que conduce Bernardo Martín, la intención es realizar una recuperación del sector, mediante los siguientes ejes: “un ordenamiento del espacio público que permita respetar el entorno paisajístico (enclave turístico histórico), generar nuevas oportunidades de trabajo y la posibilidad de ampliar, mejorar y modernizar los servicios que el sector brinda a la comunidad y a sus visitantes”.
De esta manera, el Ejecutivo busca eliminar la “Saladita Playera”, espacio donde a lo largo de estos últimos años ha reinado el descontrol, con un sinfín de negocios en una de las principales vidrieras de la ciudad. El paseo fue habilitado en 2004 y hasta 2009 tuvo los permisos formales de funcionamiento otorgados por el Concejo Deliberante. Pero durante más de una una década, el emprendimiento se desarrolló sin legislación que lo avale.
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