A 13 años de la muerte de Maxi González, comenzó el juicio oral

A 13 años de la muerte de Maxi González, comenzó el juicio oral
El joven fue asesinado en un predio de Santos Lugares. El acusado es un ex policía, que era del barrio. La primera declaración fue la de Rosa García, madre de la víctima y presidente de la asociación Avise, quien logró que reabran la causa. El tribunal a cargo del proceso es el TOC 2 de San Martín.
Finalmente, y tras casi catorce años de lucha, comenzó el 30 de octubre el juicio oral y público por el crimen de Maximiliano González, un joven de 19 años que fue asesinado en enero de 1999 de un golpe en la cabeza, en el predio de los ex Talleres Alianza, en Santos Lugares, a pocas cuadras de su casa.

En el banquillo de los acusados está sentado Diego Ignoto, un ex policía federal procesado por "homicidio simple" que llegó al juicio libre. El debate se desarrolla el martes, miércoles y jueves de esta semana, en el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Martín, y pasarán una treintena de testigos. La presidenta de dicho tribunal es María del Carmen Castro; el fiscal es Marcelo Segarra y la abogada querellante es Adoración Gutiérrez, que estudió derecho a partir del asesinato de su hija.

La primera testigo fue Rosa García, madre de la víctima y fundadora – presidente de la Asociación de Víctimas de la Impunidad Sin Esclarecer (Avise), quien se puso al frente de la causa desde el comienzo; de hecho, había sido archivada, pero luego fue reabierta, tras lo cual quedó imputado Ignoto, quien al momento del hecho era un vecino del barrio. Y no era aún policía.

La sala estuvo llena de familiares de víctimas, acostumbrados al peregrinaje por tribunales. También, y sin una separación adecuada, asistieron familiares y conocidos del acusado, quien está casado, tiene hijos y vive hoy en Caseros. Las conclusiones de una pericia psicológica determinaron que Ignoto posee un estado depresivo leve e inseguridad emocional.

Casi dos horas después del horario pautado, entre el fiscal y la abogada querellante explicaron que Maxi murió producto de un golpe en la cabeza con un elemento contundente, que le provocó en el cráneo una lesión de 15 centímetros. La secretaria del tribunal leyó parte del expediente agregando que el deceso fue producto de un paro cardiorespiratorio; y que hubo dos autopsias, una de ellas arrojó que no había sustancias tóxicas en el organismo, descartando una hipótesis lanzada por la Policía.

Por su parte, la defensa calificó de “insólita e injusta” la acusación contra el uniformado. Señaló que faltan fundamentos en la pesquisa y mencionó que acreditará que su defendido no tuvo vínculos con la víctima. Pidió la absolución.

EL TESTIMONIO DE LA MADRE DE MAXI

Rosa García enfrentó más de una hora de interrogatorio, en el cual vivió una vez más el momento más terrible de su vida. Así relató que el joven desapareció el 8 de enero y fue ella quien lo encontró muerto un día después en un galpón del predio en el cual Maxi solía ir a jugar al fútbol o a pasear a sus perros.

Contó que no tuvo colaboración de la policía de Santos Lugares ni de la vigilancia del lugar, que hasta le negó el uso del teléfono cuando descubrió que su hijo estaba sin vida.

También recordó que cruzó allí a un "ciruja" que le comentó que tenía información, pero antes de ir a declarar tuvo un extraño accidente y falleció.

Mencionó que días después del asesinato descubrió cerca del galpón una casilla precaria con efectos personales de Maxi. Ignoto aceptó que quemó al poco tiempo la casilla porque “había imágenes diabólicas”. Un dato: en la audiencia existió un contrapunto en cuanto a la cantidad de veces que tuvieron trato el imputado y Rosa.

La causa estaba empantanada cuando apareció la pista más firme: se supo en 2006 la existencia de un remisero que decía saber quién era el asesino, indicando que vivía en la que resultó ser la casa de Ignoto. De todos modos, el remisero se negó en ese momento a declarar por falta de garantías. Cabe destacar que uno de los testigos del juicio es de identidad reservada. Incluso, Rosa indicó que fue varias veces amenazada por teléfono.

Por su parte, el abogado defensor indagó en la personalidad de la víctima, quien fue descripta por su madre como un joven melancólico y un poco solitario, que la ayudaba a cuidar a sus hermanos menores.

Un dato al margen: con la repercusión que tuvo el caso y la movilización que provocó en la comunidad de Tres de Febrero, en la primera audiencia no hubo presencia de referentes locales ni del periodismo zonal – regional.

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