Amarte Argentina realizó el primer campamento joven en Monte Caseros

Amarte Argentina realizó el primer campamento joven en Monte Caseros

La asociación civil Amarte Argentina, organización encabezada por el dirigente José Ottavis, llevó adelante un campamento con el grupo de jóvenes de Monte Caseros. La iniciativa es la primera en reunir a chicos y chicas de la ciudad en el predio de La Magia, con el objetivo de crear un espacio para el sirviendo el encuentro, el diálogo y reconocimiento en el otro.  

Allí, los y las jóvenes disfrutaron de múltiples actividades, entre las que se encontraban, juegos, música, donde pudieron deleitarse con la Banda Musical de Amarte Argentina y hasta un fogón, con el objetivo de contribuir al crecimiento tanto personal, espiritual y colectivo. 

Stella Fulco, presidenta de Amarte Argentina contó “este fue el primer campamento de Amarte Argentina en la Magia de un Lugar, donde se armaron muchas actividades, que tienen que ver con los valores que nosotros trabajamos mucho desde Amarte”.

“Estas jornadas nos unen y nos llena el corazón de felicidad, que nos deja valores y enseñanzas, necesarias para seguir construyendo una sociedad más unida y solidaria” agregó Fulco. 

Por su parte, Nicolás Villanueva, jefe de campamentos de Amarte Argentina destacó “lo que vemos en los chicos es mucha alegría, mucho entusiasmo, donde aprenden a compartir y conocer a sus pares, sus historias, como así también a entenderse, unirse y respetarse”.  

Claudia Fernández, coordinadora del área espiritual indicó “siempre cada juego les deja una enseñanza, una moraleja o un valor para la vida cotidiana de cada uno de ellos, siendo lo importante compartir y divertirse todos juntos”.  

¿Qué posibilitan estas experiencias organizadas por Amarte Argentina?  

La organización que se referencia con el dirigente José Ottavis trabaja en estas experiencias con el objetivo de posibilita la creación de ambientes que se caractericen por el amor, la aceptación, la comprensión y el desafío espiritual. Quienes lo lleva a cabo lo reconocen como espacios que favorecen y permiten el crecimiento y la madurez espiritual de los y las jóvenes, viéndose reflejado en el otro y conformando lazos de solidaridad que servirán para la conformación de una sociedad mejor y más justa.   

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