Por: Andrés Randazzo.

Durante los últimos cuatro años, el rubro alimentos subió 25 puntos porcentuales por encima del nivel general de la inflación. Esa fue una de las conclusiones a las que arribó en su informe el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), que alertó acerca de la dispersión que demostró el incremento de los precios en las distintas regiones del país.

Según destacó en su informe el IARAF, en base a los datos difundidos por el INDEC, entre marzo de 2017 y marzo de 2021, los alimentos y bebidas sin alcohol subieron un 335,2%, con su mayor inflación anual registrada entre marzo 2018 y marzo 2019. En el mismo período, la inflación general punta a punta fue de 310,6%: también tuvo su mayor pico en el segundo de los cuatro años.

Dentro del sector, el alimento que más subió en los últimos cuatro años fueron las frutas, con un alza de 437,7%. Le siguió la carne, que trepó un 389,6%, seguida por el grupo de “café, té, yerba y cacao”, con un 348,6%. El que menos subió, por el contrario, fueron las aguas minerales y bebidas gaseosas con el 262%.

El estudio también hace especial foco en la dispersión que tuvo la inflación según la región. “En los últimos cuatro años la variación punta a punta de los precios no fue homogénea entre regiones. En efecto, mientras en la región Noreste la inflación punta a punta de alimentos y bebidas sin alcohol fue del 369,7%, en igual período la inflación en la región patagónica fue del 314%. Es decir que los precios de alimentos y bebidas subieron en la región Noreste 56 puntos porcentuales más que en la región patagónica, 48 puntos porcentuales más que en el Gran Buenos Aires, 34,5 puntos porcentuales más que a nivel nacional, 25 puntos porcentuales más que en la región Noroeste, 23 puntos porcentuales más que en la región Pampeana y 16 puntos porcentuales más que en Cuyo”, señaló el IARAF.

En el Gran Buenos Aires, la dispersión entre inflación general y el rubro alimentos fue también cercana al 21 puntos porcentuales. Mientras que el IPC trepó 299,4%, el sector alimentos lo hizo un 321,6%. No hubo tanta dispersión en los últimos doce meses: de marzo de 2020 a marzo de 2021, el IPC general en esa región creció 40,4% y el rubro alimentos, 41,1%

Mirada

“Lo que quisimos con este trabajo es aportar un diagnóstico. Porque lo que tenemos claro es que tenemos dos desafíos: el primero, que hay que encontrar la manera de bajar la tasa de inflación; pero lo que nos damos cuenta con este análisis es que no sólo tenemos ese desafío, sino también el desafío de bajar la dispersión regional de la inflación. Porque tenemos una diferencia inflacionaria entre la región de mayor crecimiento y la de menor, de 28 puntos en estos últimos cuatro años”, señaló a Ámbito Nadin Argañaraz, director del IARAF, quien agregó: “Cuando vamos a la de alimentos y bebidas, esa brecha entre la de mayor y menor es de 56 puntos. Entonces, claramente hay cuestiones que tienen que ver con las ponderaciones que tienen las canastas de alimento en cada región, pero también hay cuestiones que tienen que ver con la evolución de los precios en las distintas regiones”.

Para Argañaraz, la dispersión de precios a nivel regional“es un problema que hay que resolver”. “Porque si a un trabajador del NEA el salario le subió de manera similar que a un trabajador de la Patagonia, hoy el trabajador del NEA tiene mucho menos poder adquisitivo que el trabajador de Patagonia”, concluyó.