Alerta por la fiebre amarilla: hay riesgo para Misiones y Corrientes

Alerta por la fiebre amarilla: hay riesgo para Misiones y Corrientes

Si bien aún no se notificaron casos, hay inquietud en el nordeste del país por la proximidad del brote en Brasil y el turismo

 

Mientras en Brasil aumentan los casos de fiebre amarilla en 169 municipios de siete estados y las autoridades sanitarias confirman más muertes de monos aulladores por el virus en las áreas silvestres del país, crece la alerta para contener su avance geográfico y vacunar en las franjas periurbanas. Colombia, Bolivia y Perú también registraron casos, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Ante este escenario, en nuestro país dos de las siete provincias más próximas están en zona de riesgo.

"Misiones y Corrientes están más en alerta que el resto de las provincias por los casos confirmados de Brasil. Lo más importante es que la sociedad esté informada: si alguien llegara a ver un primate no humano caído o tirado, que se comporta raro o está alejado del resto del grupo, no debe tocarlo y debe dar aviso inmediato a un guardaparque, los bomberos, la policía o un centro de salud. Esto pone en alerta un sistema nacional de respuesta", dijo Soledad Santini, directora del Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación de Endemo Epidemias (Cendie) e investigadora de Conicet.

Desaconsejó también trasladar a esos animales: "Hay que alejarse. Estamos hablando de un virus".

Con su equipo, recorre el país para investigar en el terreno las causas posibles de enfermedades y recomendar medidas de prevención para contener emergencias y controlar enfermedades endémicas. El Cendie integra la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (Anlis) Dr. Carlos Malbrán.

"Con los desmontes, de a poco y de manera desorganizada, el entorno se va urbanizando -explicó Santini-. Hay ciudades más pequeñas donde se mezclan los dos ambientes. Es el área semiurbana, un cinturón donde conviven distintas especies de vectores de virus, como en este caso son los mosquitos."

En la transmisión actual (selvática) del virus en Brasil, entre monos y éstos con la población, intervienen dos géneros de mosquitos: Sabethes o Haemagogus. La transmisión se "urbaniza" cuando se infecta -y transmite el virus- otro mosquito, el Aedes aegypti, también vector de los virus del dengue, el zika y la fiebre chikungunya.

"Existe la posibilidad de un cambio en el ciclo de transmisión de fiebre amarilla en el brote en curso. No obstante, hasta el momento, no se ha notificado que el A. aegypti tenga un rol en la transmisión", informó la OPS el jueves pasado en su informe epidemiológico regional.

Por tierra o por aire

En diálogo con LA NACION, Santini dijo que no le "quitaría peso a la alerta porque el A. aegypti aún no tuvo que ver" en la transmisión.

"Una cosa es ir por avión y otra por tierra, donde la exposición al contacto con el mosquito es mayor -aclaró-. En el caso de este brote, es cierto que aún no se denunció la transmisión urbana. Pero hay que alertar sobre el riesgo de un cambio de transmisión: cuando se va por la ruta, siempre se está expuesto. Pero en las áreas de monte, bosque o riesgo, rigen los mismos criterios de prevención: usar prendas que cubran las extremidades y repelente cuando se transita por las áreas de brote o cercanas."

El último informe oficial de Brasil indica que hasta el viernes pasado se habían notificado 1457 casos en pobladores, desde bebes hasta adultos de 90 años, en siete estados: (de Noroeste a Sur) Goiás, Tocantins, Bahía, Rio Grande do Norte, Espíritu Santo, Minas Gerais -donde comenzó el brote en monos- y San Pablo. Se confirmaron 361 casos y 942 aún se están investigando. El resto se descartó.

Las autoridades también confirmaron 968 brotes en monos (epizootias), de los que apenas ocho se descartaron y 240 siguen en investigación. El resto se confirmó. Sólo en la mata atlántica, que Brasil comparte con Paraguay y la Argentina, investigadores que estudian la población de aulladores y titís ya hablan de "una catástrofe" para esas especies.

"Lo que la fiebre amarilla tiene de interesante y triste a la vez es que cuando el virus ataca a los primates éstos actúan como amplificadores y centinela para el hombre. Cuando hay uno enfermo o muere, se le pide a la población que denuncie esa situación para dar la alerta. Faltaría difundir esto. Toda la franja norte del país [ver infografía] es de alerta o riesgo", opinó Santini.

La directora de Epidemiología de Corrientes, Claudia Campias, dijo ayer a LA NACION: "Estamos cumpliendo con las recomendaciones: revisar el carnet de vacunas e inmunizar contra la fiebre amarilla a quien no lo esté; alertar a los médicos sobre los síntomas y pedirle a la comunidad que esté en alerta y consulte ante cualquier síntoma febril o, también, si ven algún mono muerto o enfermo".

La OPS reiteró que "la notificación de epizootias, aún en investigación en Mato Grosso do Sul (frontera con Bolivia y Paraguay); Santa Catarina (con la Argentina); Rio Grande do Sul (con Uruguay y la Argentina) y Paraná (con la Argentina y Paraguay) representa un riesgo de circulación del virus hacia estos países", sobre todo donde comparten el ecosistema.

Vacuna

Sanidad de Fronteras

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De 10 a 15

Hospital Muñiz

Uspallata 2272, Caba

Martes y viernes, de 9 a 11

Hospital Posadas

Av. Marconi y Pte. Illia, El Palomar

Martes, jueves y sábados, de 8 a 12.30

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