En Albardón, caras nuevas versus el sello de la familia Abarca

De los 5 candidatos anotados para ocupar el sillón de intendente de Albardón la mayoría son caras nuevas en política, pero con la particularidad de que de un lado está el sello de la familia Abarca.
Es que Juan Carlos Abarca, que ya fue intendente en 2 oportunidades, quiere volver al cargo, y su esposa, Cristina López, que es la actual jefa comunal, quiere pegar el salto a la Cámara de Diputados de la provincia, precisamente al lugar que ahora ocupa su esposo. Enfrente están las caras nuevas de Hernán Aballay, del Frente Unión Producción y Trabajo; Angel Alberto Flores, del Frente Todos por San Juan, y Ariel Rufino Montenegro, de Dignidad Ciudadana. El que sí tiene un pasado con experiencia de candidaturas es Juan Carlos Ruiz, el postulante del Frente Opositor.

Abarca corre con doble ventaja porque, además de su experiencia al frente del municipio, una encuesta del IOPPS publicada el domingo pasado lo ubicó al tope de las preferencias en el departamento con el 61,1 por ciento de las adhesiones, seguido por Aballay, un comerciante del departamento, con el 10,5 por ciento de seguidores. En tercer lugar se situó Flores, un exportador de fruta, que tiene el 6,3 por ciento, Ruiz el 2,3 por ciento y cierra la tabla Montenegro, que trabaja en Energía San Juan, con el 1 por ciento. Lo que sí era alto era el nivel de indecisos, que andaba por el 18,8 por ciento.

En medio de la campaña política, Abarca recibió algunas críticas de sus contrincantes, no por la falta de obras en el departamento, que reconocieron que forman parte de un plan importante, sino porque los miembros del matrimonio que manda en el departamento no consultan a los vecinos algunas decisiones de gobierno.

Por ejemplo, Montenegro, pidió ‘más participación de los vecinos en las decisiones‘ y agregó que ‘por ejemplo nos gustaría que se consulte a las uniones vecinales a la hora de decidir algunas obras‘.

Abarca respondió que ‘tengo muy buena relación con toda la gente del departamento y ando tranquilo por la calle‘. Y para su nueva gestión, en el caso de que se quede con el triunfo, como lo indican las encuestas, dijo que quiere terminar con la obra que se está llevando adelante en un predio de 22 hectáreas, cerca del centro del departamento, donde van a levantar 400 viviendas, el nuevo hospital y la Casa de la Cultura, que tendrá espacio para todas las expresiones artísticas de los albardoneros. Incluso ese predio quiere que se use en el futuro para realizar la tradicional Fiesta de Albardón.

Una muestra de la confianza que se tienen los Abarca para un nuevo mandato y de que quieren mantener su estructura política es que no han cambiado a ninguno de los 4 concejales que ahora tiene el Frente para la Victoria en el departamento. Se trata de Jorge Palmero, que está coordinando las tareas en el nuevo parque industrial; Roberto Brizuela, encargado de las obras de infraestructura; Eugenia Herrera, que trabaja en la parte social, y Héctor Escudero, que es de extracción bloquista.

En la lista de Aballay, que lleva de candidato a diputado a Rolando Berrido, un productor rural, los primeros lugares están ocupados por Andrés Pastén, que es el referente de la Fundación Basualdo; Gustavo Ponce, un dirigente político, Carlos Pérez y Nelson Cornejo Rojas, dirigente del fútbol.

La lista de Flores, que lleva para diputado a Jorge Rodríguez, un dirigente del gremio UATRE, está integrada por María Celia Del Prette, una ama de casa; Patricia Bolado, que es secretaria; Carlos Rivero, dirigente vecinal, y María del Rosario Vera, también dirigente comunitaria.

Con Ruiz. que lleva de candidato a diputado a Angel Salinas Perez, comerciante, están en la lista de concejales Guillermo Ruiz Giordano, hijo del candidato a intendente; Antonio Quiroga, que es chofer del municipio, Ramón Muñoz y Evelín Castro.

Montenegro lleva de postulante a diputado a Leandro López Quiroga, un empleado de Unimin Minera Tea. En la lista de concejales van Orlando Montaña, empleado de bodega; Juan Canchalosi, empleado de una minera; César Nicolía, jubilado, y Alfonso Leiva, empleado de Unimin Minera Tea.

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