Agua en lata: la tendencia sustentable que crece en Latinoamérica

Agua en lata: la tendencia sustentable que crece en Latinoamérica

El Día Mundial del Agua es una fecha para concientizar sobre la importancia de cuidar este vital recurso. El formato de latas recicladas para envasar bebidas permite ahorrar millones de litros y todas las personas pueden contribuir desde su consumo.

A la hora de hablar del cuidado de los recursos del planeta, muchos creen que su huella personal es mínima y que no hay mucho que puedan hacer para generar un impacto positivo. Sin embargo, pequeños cambios en los hábitos de consumo pueden marcar grandes diferencias. La fabricación de latas de aluminio requiere menos agua que la de botellas de plástico o de vidrio, y al reciclarlas permitimos el ahorro de miles de litros y también de energía. Optar por bebidas en lata y reciclarlas es una pequeña acción que todos podemos hacer para cuidar el agua.

Por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, con el objetivo de concientizar sobre la relevancia de este líquido esencial. Este recurso, vital para el ser humano y para el funcionamiento de prácticamente todas las actividades sociales y económicas, es limitado y por eso su cuidado está en el centro de la agenda medioambiental mundial.

“Contribuir a un mundo más sustentable es tarea de todos, del sector público, privado, y de la sociedad en su conjunto”, indica Estevão Braga, Gerente de Sustentabilidad para Ball Sudamérica. Y agrega: “En Ball Corporation el cuidado del medio ambiente está en el centro del negocio desde nuestro origen, ya que fabricamos y comercializamos el envase más sustentable para bebidas: con el uso de latas de aluminio cada usuario puede contribuir al cuidado del planeta y, especialmente, del agua”.

Este formato es el más sostenible de la cadena de bebidas porque se trata de los envases más reciclados del mundo, lo que beneficia al medio ambiente y al ahorro del agua: cientos de millones de litros dejan de utilizarse al reciclarlas en contraposición a la producción de latas con aluminio primario, que igualmente requieren un volumen de agua menor al de otros envases. El 78% de las latas de Ball, único productor local de latas de aluminio y proveedor de las principales marcas de gaseosas y bebidas alcohólicas, son fabricadas con aluminio reciclado.

 

Agua enlatada: una tendencia que crece

Si bien las latas de aluminio tradicionalmente se vincularon con determinadas bebidas, como las gaseosas y la cerveza, en los últimos años el formato llegó a otros productos, como vinos y tragos preparados, popularizándose su uso cada vez más no solo por tratarse de una alternativa sustentable sino también por su practicidad. En este sentido, una de las más recientes tendencias globales es la producción de agua en lata, que ya está presente en la región con propuestas innovadoras.

“En Brasil, por ejemplo, las marcas Água AMA, Água Minalba y Serra do Atlântico comercializan agua envasada en latas de Ball”, contó Hugo Magalhães, Gerente de Marketing y Nuevos Negocios para Ball Sudamérica. “Por otro lado, el formato llegó a Chile con un negocio altamente sustentable: Awa Solar es agua enlatada producida a través de energía solar y por condensación de la humedad del aire, una solución 100% renovable que no explota fuentes superficiales directamente, lo que implica una huella hídrica de 0%.”.

 

La lata: el envase más sustentable

De las 9.023 toneladas de aluminio consumidas en el mundo en el último año, 7.138 son recuperadas, lo que permite un ahorro de 098.600 litros de agua, suficiente para llenar 260 piscinas olímpicas.Reciclar una tonelada de aluminio permite ahorrar 14,630 kW por hora, 91,200 litros de agua y alrededor de cuatro toneladas de bauxita, mineral con el cual se fabrica la lámina de aluminio. Esto significa un 95% de energía ahorrada en comparación con una lata producida con aluminio primario.El aluminio reciclado no disminuye de calidad: el producto que se obtiene tiene las mismas propiedades que otro elaborado a partir del mineral original.La producción de latas requiere un volumen de agua significativamente menor que la producción de las botellas de plástico PET, que consumen casi 6 veces más agua para su producción, y las de vidrio, que requieren 4,2 veces más.Un camión de latas transporta un 50% más de líquido que un camión con botellas de vidrio, lo que implica reducir el consumo de CO2.

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