La agroecología tendrá un centro de investigación en Santa Fe

La agroecología tendrá un centro de investigación en Santa Fe

En la localidad de Máximo Paz se pondrá en marcha el Cidta. La propuesta está integrada por la UNR, Inta, la empresa Y-TEC y la comuna santafesina, y buscará capacitar sobre una nueva forma de producir.

Por Patricia Martino

La formación sobre prácticas agroecológicas, economía circular y agregado de valor en el territorio son claves para un modelo productivo en el que no mande la sojización. El Centro de Investigación, Desarrollo y Transferencia para la Agroecología (Cidta) que se pondrá en marcha en Máximo Paz estará conformado por distintos módulos productivos. Se trabajará con trigo agroecológico, huerta agroecológica, viveros en transición, módulo de procesamiento de alimentos y agregado de valor, pasturas en el periurbano, alternativas de bordes forestales y una planta piloto de biogás para el aprovechamiento de biomasa agropecuaria para la producción de energía y gestión apropiada de los residuos sólidos urbanos. El centro se propone como un espacio innovador para abrir la cabeza y acercarse al otro campo y también favorecer el precio justo de los alimentos, con calidad y en el territorio.

El Cidta será un espacio destinado a la formación, difusión, transferencia tecnológica e investigación científica en materia de agroecología, economía circular y buenas prácticas agrícolas.

La comuna de Máximo Paz junto con la Universidad Nacional de Rosario (UNR) serán los encargados de darle vida al Centro de Investigación, Desarrollo y Transferencia para la Agroecología pero hay muchos actores más interviniendo en el proyecto, que cuenta con importantes aportes del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.

Del Cidta también participa el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta). A través de la Agencia de Extensión Rural Pago de los Arroyos realizará actividades de laboratorio relativas al control de calidad de semilla, formulación de fitosanitarios, medición de materia seca en pasturas, lodos y sustratos orgánicos.

Además, Y-TEC (empresa de tecnología formada por YPF SA y Conicet), es parte de la movida. Mudará al predio una planta piloto de biogás con capacidad de tratamiento de 500 kg/día de residuos orgánicos de diferente naturaleza.

Dentro de las líneas de trabajo propuestas para el proyecto Cidta se destaca el potencial aprovechamiento de biomasa agropecuaria para la producción de energía y gestión apropiada de los residuos sólidos urbanos (fracción orgánica).

Todo lo que ocurra en Máximo Paz será administrado y coordinado por la Fundación Ciencia y Saberes para la Agroecología, creada justamente para promover prácticas y experiencias agroecológicas sustentables, en función de lo cuál se relaciona con distintos los actores de la región.

Dario Baiocco, presidente comunal de Maximo Paz, resaltó que la presencia de instituciones científico-tecnológicas con trayectorias consolidadas como UNR, Inta e Y-Tec en una región de pequeños pueblos del sur santafesino “marcan un precedente que abona al concepto de federalización de la ciencia y la tecnología”.

Ciencia en el territorio

“Esto permite pensar la ciencia desde y para los territorios, generando soluciones a problemáticas concretas que no se resuelven con fórmulas provenientes de los grandes centros del conocimiento, sino que se generan en articulación con los actores territoriales presentes en la región”, subrayó sobre la propuesta que a partir de febrero comenzará a rodar con las primeras licitaciones para su puesta en marcha.

En el marco del Programa Federal “Construir Ciencia” se firmó hace unos días el convenio para la construcción en Santa Fe de este espacio destinado a la formación, difusión, transferencia tecnológica e investigación científica en materia de agroecología, economía circular y buenas prácticas agrícolas. El Ministerio informó que el objetivo es “continuar promoviendo la vinculación entre la economía popular, la sustentabilidad y la ciencia y la tecnología aplicada a la mejora de la calidad de vida de la población”.

El Cidta contará con una inversión total de 229.369.259 pesos.

Los espacios

El nuevo centro de investigación y desarrollo contará con un SUM, oficinas, laboratorios para ensayos de rutina, operación de la planta de biogás y ensayos para investigación.

La planta piloto de producción de biogás y biofertilizantes trabajará a partir de residuos orgánicos provenientes de la producción hortícola y los residuos sólidos urbanos de la comunidad.

Se creará el Centro de Producción de Semillas Nativas (Ceprosena) con el objetivo de registrar, producir y abastecer de semillas nativas y criollas y se destinarán cuatro hectáreas productivas a cielo abierto a experiencias con alcauciles y espárragos. También habrá producción de cultivos extensivos agroecológicos (trigo y pasturas) para replicarlo en los periurbanos de la región.

En tanto, la innovación también estará presente con invernaderos con control de temperatura a partir del automatismo de ventilación y cortinas y control automático de riego a partir de la humedad en sustrato. Se prevé la instalación y puesta en marcha de paneles solares para el abastecimiento energético de las instalaciones del predio.

Baiocco destacó que es muy importante para la región poder contar con un centro con las características que tendrá el Cidta. “Para Máximo Paz significa generar arraigo en los jóvenes, también creemos que puede animar a los privados a abrir empresas en la zona”, resaltó el máximo referente de la comuna, un pueblo netamente agrícola cuya actividad económica está íntimamente ligada al campo.

El ex dirigente agropecuario y escritor Pedro Peretti, miembro del movimiento Arraigo y del Manifiesto Argentino, es uno de los impulsores del Cidta y contó como nació el proyecto. Partiendo de “un contexto hostil producto de los tremendos dineros que maneja la sojización en Argentina” sostuvo que el país “no tiene otro camino que cambiar su modelo de producción agrícola” para sobrevivir.

“La sojización ha traído un desastre muy grande. Estamos hablando de sojización, no de sembrar soja, son dos cosas distintas. Lo que fue un verdadero desastre es lo que hizo con la chacra mixta, el consumo de cercanía, con sembrar soja hasta debajo de las macetas. Ese proceso tiene costos ocultos gravísimos, uno es el cáncer, pero desde el punto de vista económico están los accidentes viales, las inundaciones, la sequía. Todo tiene que ver con el problema de desforestar para sembrar soja, poner vacas. Ese falso concepto de productividad nos llevó a un desastre en el planeta, y no sólo en Argentina”, resaltó.

En ese sentido, mencionó que una de las primeras decisiones que tomó Lula al asumir como presidente de Brasil el 1º de enero pasado fue parar la deforestación de el Amazonas, al tiempo que recordó que la Argentina es uno de los 5 países que más deforesta y “por eso se trata de que la gente aprenda a sembrar de otra manera”.

La cercanía

La propuesta es justamente empezar a sembrar de una forma diferente en los 500 metros que bordean los pueblos y las escuelas. “Ese es el objetivo. Durante un tiempo van a tener que convivir los dos modelos agrícolas, el que se va tratando de hacer el menor daño posible y el que entra con la mayor fuerza posible. Hay que trabajar para que la gente comprenda que hay que fumigar donde se puede fumigar y en los 500 metros alrededor del pueblo hay que ir a prácticas agroecológicas”, subrayó.

Peretti contó que la posibilidad de armar el proyecto surge de una conversación que tuvo con Roberto Salvarezza, cuando el funcionario estaba a cargo del Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, sobre la posibilidad de reducir el uso de agrotóxicos en Argentina.

“Partimos de la base de que Máximo Paz tiene entre el 2 y 2,5% más que la media nacional de cáncer. Es un dato que se soslaya permanentemente, hay casos de malformación, muchos casos en zona expuestas a las fumigaciones constantes. Junto a la necesidad de modificar la producción de alimentos por el tema de la inflación, el alto costo y la irracionalidad logística que tiene Argentina. El litro de leche recorre mil kilómetros, para comprar la fruta y la verdura tenés que ir a Rosario, hacer 150 km. Es disparatado. Y que se siembra soja hasta en la puerta de tu casa. No tiene sentido”, reflexionó el productor agropecuario nacido en Máximo Paz.

En rigor, Peretti reconoció que si bien hay una política en cuanto a las zonas periurbanas donde no se puede fumigar, dijo que “es prohibitiva” y no explica la forma de reconvertir. “No se le enseña a la gente cómo reconvertir eso. Dice te pongo 500 metros. Son miles de hectáreas que la gente no sabe qué hacer y cambiar el modelo de producción agrícola no es apretar un botón o bajar una palanca. Lleva tiempo y hay que enseñarle a la gente a trabajar de otra manera”, explicó sobre el espíritu del Cidta.

Capacitación

Para arrancar con el proyecto se necesitaron comprar algunas tierras y se eligió que sea al lado del Inta. “Queremos capacitar a la gente, estudiantes, dirigentes políticos, intendentes municipales, ciudadanos en general. Demostrar que hay otra manera de producir, pero hay que enseñarlo prácticamente y por eso armamos un proyecto y se lo llevamos a Wado De Pedro (Ministro de Interior y Justicia de la Nación) que le encantó y nos preguntó qué necesitábamos. Le dijimos que necesitábamos comprar una tierra, al lado de la agencia experimental del Inta, y también traer ahí la planta de Y-Tec YPF para biogas, ponerla en marcha y hacerla operativa”, detalló.

Fue tras esa charla que el gobierno nacional giró la plata al gobierno de la provincia y este a la comuna de Máximo Paz para comprar las 7 hectáreas. Se hizo el convenio con la UNR “que es muy importante y va a propiciar todo el seguimiento científico y docente” y también comenzó a realizarse el proyecto técnico que está a cargo del ingeniero Julián Pasqualini y la doctora Claribel Lingiardi de Máximo Paz.

La comuna también realizó su aporte para que todo comience a funcionar y sumó dos hectáreas en las que ya están las producciones alternativas de invernáculos y se alquilaron 7 hectáreas más para sembrar pasturas, para el tambo que producirá leche de cercanía, relató Peretti.

La idea es tener todo el proceso completo. Por eso también habrá un Centro de Producción de Semillas Nativas (Ceprosena) que tiene como objetivo registrar, producir y abastecer de semillas nativas y criollas”, precisó al tiempo que agregó que habrá aulas y dormitorios para que los estudiantes, dirigentes políticos o de organizaciones sociales que llegan a hacer prácticas puedan permanecer en el predio con comodidad y no sea sólo “para el que tiene auto”.

Junto al Cidta hay tres unidades productivas. Se trata de tres huertas de tres hectáreas. en total, destinadas a la producción de alimentos frescos con 8.500 m² cubiertos en los que se produce tomate, lechuga, rúcula, berenjena, frutilla, pepino, repollo, entre otros. En estas tierras también contempla la plantación de frutales como cercos perimetrales. Uno de los espacios productivos cuenta con una sala de procesamiento de alimentos de titularidad comunal, construida con fondos propios y de la Secretaría de Agricultura de la Nación a través del Programa de promoción, arraigo y abastecimiento local (Protaal).

La cooperativa Pueblo Verde conformada por 14 trabajadores (7 mujeres y 7 hombres) dedicada a la producción hortícola y procesamiento de alimentos comenzó a funcionar hace dos meses a pleno y se integrará al proyecto Cidta para el agregado de valor de la producción. Ya llevan cosechados 20.000 kg de frutillas, 60.000 kg de tomates y actualmente 2.000 kg mensuales de lechuga. En la sala de elaboración se producen escabeches, mermelada de frutilla, salsa de tomates y pepinos encurtidos, entre otros productos.

Los plazos

Peretti estimó que para finales de 2023 podrían estar listas gran parte de las obras y dijo que se podrían recibir los primeros alumnos en 2024. “El proyecto más largo es el traslado de la planta de biogas y la construcción de laboratorios, es una obra de 12 meses de ejecución. Si todo sale bien, si no hay interferencias políticas importantes, si no se crean falsas expectativas y no se pide más de lo que da, a principios de 2024 estará listo”, dijo.

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