Se agigantan las versiones de una supuesta renuncia del intendente rosaleño Hugo Starc

En los últimos días comenzó a comentarse fuertemente en Coronel Rosales la posibilidad de que Néstor Starc deje el municipio. Qué dice quien lo sucedería y cuáles serían los motivos de la salida
¿Cuántas veces se ha hablado del “vecinalismo”? ¿En cuántas oportunidades se llamó a sus seguidores “los vecinalistas”? Muchas. Y en ese tiempo se pensó que era un nuevo espacio político que venía a generar una grieta en el medio de los dos partidos más hegemónicos de nuestra provincia.

Ya no es así. Hoy por hoy, el vecinalismo, salvo excepciones mínimas, vive de la alianza del partido gobernante, y eso hace que su existencia penda de un hilo. En Coronel Rosales, el vecinalista Néstor Starc es uno de los que pasan un momento delicado. El mandatario se tomó vacaciones y, a partir de su alejamiento, comenzaron fuertes rumores sobre su renuncia. Las especulaciones en el distrito, y también en los pasillos del palacio municipal, advierten sobre la posibilidad de que el jefe comunal, elegido en tres ocasiones, dé un paso al costado en la gestión.

El tema es el siguiente: el alcalde duda en dar el portazo o quedarse. Si se va, le daría la chance a Oscar Holzman, que hoy se encuentra al mando del Ejecutivo en un interinato.

El ingeniero Holzman es el primer concejal por la Integración Vecinalista Rosa-leña y transita su cuarto período. Mar-chándose ahora, Starc lo deja en el cargo, lo muestra ante la sociedad y hace que gestione la municipalidad durante dos años, tiempo suficiente como para que se presente como candidato en 2015.

Sin embargo -pensará el jefe comunal-, si continúa como cabeza municipal y entrega a un candidato, su aspirante sería un “desconocido” para la sociedad, dejando de esta forma en coma al vecinalismo rosaleño.

Estas serían las dos posibilidades que el alcalde manejaría para su regreso, aunque también señalan que aún no se repuso de la última derrota electoral. Sin duda, el fe-nómeno del vecinalismo, entendido como un espacio local independiente de las ex-presiones provinciales y nacionales, dejó de ser una realidad.

En Tres Arroyos, localidad comandada por el vecinalista Carlos Sánchez, sucedió algo similar. El intendente confió a sus pares del partido que no hubiese tenido inconvenientes en dejar la municipalidad y, de es-ta forma, darle rodaje a Guillermo Salim, primer edil del espacio, para que se fogonee dos años y sea el postulante en 2015. Finalmente, la mesa chica del partido local le vetó la renuncia a Sánchez. Starc, elegido por tercera vez en 2011 y con mandato hasta el 10 de diciembre de 2015, pidió tres semanas de licencia. Regre-sará a ocupar el sillón el lunes 3 de febrero. A partir de ahí veremos si el vecinalismo continúa con el respirador automático o si presenta definitivamente el certificado de defunción.

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