Juan Ramón Garay hace esfuerzos para despegar al senador Carlos Verna de la figura de Oscar Riutort. Ahora que el nombre del contador aparece en primer plano en una firma petrolera, los funcionarios vernistas prefieren ignorar esos vínculos o hacerse los distraídos. Verna, leal a su estilo hermético como a ninguna otra cosa, sigue haciendo silencio.

La relación de Riutort con el legislador va más allá del cargo como asesor que le dio Verna nada menos que en el Senado de la Nación. Garay compartía aquellos pasillos en la Cámara Alta, cuando en la década de los ‘90 Verna forjó sus mejores contactos y vínculos con personajes del poder.

Pero además, el nombre de Riutort aparece asociado a proyectos o emprendimientos a los que Verna ha tratado como sus niñas mimadas. En el curriculum que el contador difunde en su Consultoría -y en el que evita mencionar que estuvo preso en el marco de una causa por estafa- Riutort se jacta de haber “liderado” el “Primer Proyecto Integral de Desarrollo Productivo de Casa de Piedra”. También muestra su orgullo por haber encabezado el “asesoramiento y management en algunos de los procesos de privatización de nuestro país”.

Riutort fue asesor de la Comisión Bicameral de la Nación de Seguimiento de las Privatizaciones e integrante de la Comisión Fiscal y Aduanera que asesoraba a la Jefatura de Gabinete de la Nación.

También menciona que asesoró en la Comisión Bicameral Revisora de Cuentas y Auditoria de la Nación. Indica que desarrolló su actividad profesional en las áreas relacionadas con el Transporte, emprendimientos productivos y en el área de la Energía y los Servicios Públicos, asesorando y gestionando distintos proyectos llevados a cabo por empresas regionales. “Habiendo sumado en los últimos años experiencia y capacitación en el desarrollo y logística en la actividad Hidrocarburífera”, menciona.

Es que el nombre de Riutort también aparece en los negocios petroleros pampeanos, que se gestaron justamente durante la gobernación de Verna. Tal como informó El Diario, apareció como la consultora a la que acudió la firma “Raiser” para quedarse con los primeros negocios hidrocarburíferos que se pusieron en juego en La Pampa.

Se implementó en ese momento el mismo modus operandi que ahora le permitió a Enercana quedarse con una zona de Vaca Muerta: una suerte de “tercerización” o negocio inmobiliario.

También trabajó para “Raiser” Diego Carlos Beltramino, hijo de otro vernista del riñón: el exsubsecretario Carlos “Colorado” Beltramino, quien pasó a la fama con el apodo de “Beltramuzzi”, merced a la relación que entabló con la firma Camuzzi cuando ésta desembarcó en la provincia y hasta intentó el negocio de montar una turbina que generara electricidad.

Raiser era presidida por Osvaldo Sortino, de aceitada relación con el banquero menemista Raúl Moneta. Hay al menos otro nombre que une a Raiser con la firma que se queda con la explotación de una zona de Vaca Muerta: el licenciado en Economía Emilio Julián Benegas.

Benegas fue, durante un tiempo, el presidente de la firma “Raiser Tres Arroyos”. Lo acompañaba en el directorio un conocido de Carlos Verna: el exsenador chubutense Osvaldo Rubén Sala, que estuvo bajo la lupa del juez Daniel Rafecas cuando investigó el caso de los sobornos en el Senado para lograr la Ley de Flexibilización Laboral, más conocida como la “Causa Banelco”.

El diario “Crítica de la Argentina” informó en aquella ocasión que entre los asesores de “Raiser” se destacaba Alberto Kohan, exsecretario general de la Presidencia durante el menemismo.