Ventas ‘amigas’ contienen al dólar oficial y al liqui, pero el blue sube a $ 15,45

El Gobierno trató de controlar las distintas cotizaciones del dólar durante el día de ayer, pero se le escapó la única a la que no accede: el blue saltó 27 centavos. Ventas de organismos oficiales lograron bajar al contado con liquidación y al dólar oficial. La brecha cambiaria llegó al 82%, su nivel más alto del año por encima incluso del nivel que mostró en enero, y es récord desde mayo del año pasado

El Gobierno salió a intervenir las diferentes cotizaciones paralelas del dólar pero no logró arrastrar con las bajas que causó a la cotización informal: el blue saltó 27 centavos hasta $ 15,42 y llevó a la brecha con el oficial al 82% en un mercado ilegal todavía trabado por las inspecciones de la semana pasada. En el mercado formal, el Banco Central (BCRA) vendió u$s 20 millones mientras que en la plaza bursátil los operadores aseguraron que organismos oficiales compraron y vendieron bonos soberanos para hacer bajar al "contado con liquidación" y al "dólar Bolsa", que perdieron 17 centavos y 1 centavo, respectivamente.

Con los movimientos de ayer, la constelación de cotizaciones que tiene el dólar quedaron de la siguiente manera: el oficial mayorista bajó siete milésimas a $ 8,42, el blue quedó en $ 15,42, el "liqui" en $ 14,35 y el Bolsa en $14,55.

La brecha entre el dólar oficial y el paralelo avanzó 3 puntos porcentuales ayer y alcanzó así su mayor nivel del año, aún por encima del nivel que demostró en enero pasado, durante una suba del 23% del dólar oficial. La brecha cambiaria es la más alta desde mayo de 2013, cuando superó el 100%.

En el mercado formal, las trabas que el BCRA impone a los pagos al exterior más la renuencia de los productores agropecuarios a vender su cosecha en medio de la incertidumbre cambiaria, el volumen operado fue ínfimo. Se operaron algo menos de u$s 160 millones en los dos mercados cambiarios mayoristas, el Siopel y el MEC.

Con ventas puntuales de la mesa de operaciones de la entidad que conduce Fábrega –por u$s 20 millones– la cotización oficial tuvo un leve retroceso que desconcertó a los operadores.

"Los cierres de hoy(...) abren algunos interrogantes acerca del propósito oficial en la materia", escribió un corredor cambiario en un mail a sus clientes. "La caída que experimenta el real en Brasil y la relativa fortaleza del dólar frente al euro hacían presumir que la evolución local de los precios del dólar acompañarían los movimientos internacionales, algo que en la práctica no sucedió por decisión oficial", agregó.

Fábrega supo decirle a los bancos que su objetivo era evadir un salto discreto del tipo de cambio como el que se vio en enero a través de microdevaluaciones. Los meses pasan y eso no ocurre, con lo cual no parece ser suya la receta aplicada.

Donde sí se ve el libreto de Fábrega es en la intervención sobre las cotizaciones del dólar que surgen de las operaciones con bonos y acciones. El "contado con liqui", una operación cambiaria encubierta que consiste en comprar bonos con pesos y venderlos luego fuera del país a cambio de dólares, puede ser conducido mediante ventas de la propia entidad, del Banco Nación y del fondo de inversiones que maneja la ANSeS. También el dólar Bolsa (misma maniobra, pero local). El blue, en cambio, no se puede intervenir con éxito (como probó el ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno).

Según operadores bancarios, los organismos oficiales compraron bonos y los vendieron a cambio de pesos para frenar esas cotizaciones. En una mesa oficial negaron esto y aseguraron que fueron tomas de ganancias privadas las que bajaron los precios. La rueda previa el liqui había ganado 61 centavos.

La otra variable que Fábrega aspira a controlar, aunque a duras penas, es el "índice reservas". Las tenencias de la entidad avanzaron u$s 3 millones a u$s 28.216 millones ayer, a pesar de las ventas de la entidad. Con algunos yuanes del swap con China que, según fuentes de la entidad, ya empezaron a sumarse a las reservas y algún dibujo en los números preliminares, el Gobierno aspira que la brecha récord no sea acompañada por caída de reservas, la combinación que disparó la corrida de enero.

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