"Se habló de que lo lógico sería un endeudamiento en torno a los $ 43.000 millones", señaló a LA NACION el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, al abandonar la sede partidaria de Tres de Febrero, donde ofició de anfitrión el ex jefe comunal Hugo Curto.

"El endeudamiento que pidió la gobernadora es demasiado alto. La mitad de ese monto es suficiente para poder gobernar", indicó a LA NACION Verónica Magario, intendenta de La Matanza. "Vemos una situación de endeudamiento extremo en la Nación y en la provincia", agregó Francisco Durañona, de San Antonio de Areco.

Para aprobar el pedido de endeudamiento, Vidal necesita conseguir dos tercios de los votos en ambas cámaras de la Legislatura bonaerense. Ya tiene el apoyo del massismo y el GEN, como así también de algunos bloques "chicos" del PJ, pero no puede alcanzar el número mágico si los grupos mayoritarios en los que se dividió el kirchnerismo tras la derrota de diciembre se unen en contra del proyecto.

Para sentarse con Vidal a negociar, los intendentes plantean que el presupuesto 2017 vuelva a incluir un fondo municipal para obras y seguridad (que este año fue de $ 10.000 millones), pero con dos cambios fundamentales: que no sea parte del endeudamiento y que se distribuya de manera automática, mes a mes, con la coparticipación.

"Queremos que sea automático porque este año la provincia todavía no nos pagó la tercera cuota del fondo de infraestructura y la excusa es que no pudieron tomar deuda en los mercados", enfatizó Magario, y señaló que la incertidumbre en los mercados de capitales se volvió mayor luego de los comicios norteamericanos. En un año electoral, los intendentes quieren garantizarse cada centavo para obras.

Para dividir al PJ y conseguir los votos que le faltan, el gobierno de Vidal apuesta a seducir con obras a los intendentes "dialoguistas". No hay que descartar sorpresas, pero por ahora esa táctica no parece haber dado frutos. Y es que, pese a las fuertes internas, en el PJ saben que la unidad es indispensable. No sólo para negociar con Vidal, sino para enfrentar las urnas en 2017.