Schiaretti busca ampliar la base del PJ cordobés

Schiaretti busca ampliar la base del PJ cordobés

El gobernador piensa más en las elecciones de 2019 que en las legislativas del año próximo. Les apunta a dirigentes K, con origen en el peronismo. Busca consolidar la relación con los intendentes oficialistas.

Con la mira puesta en 2019, cuando todo indica que buscará su reelección, el gobernador Juan Schiaretti tiene una estrategia política para consolidar la estructura 
del PJ cordobés en el interior e 
intentar ensanchar la base del partido sumando a dirigentes que provengan del kirchnerismo y del juecismo, pero que tengan raíces peronistas.

Aunque dice que está abocado “totalmente” a la gestión, 
Schiaretti no deja de pensar en su futuro. A diferencia de la oposición provincial, el gobernador le dedica más tiempo al armado 
político para buscar su reelección que a las elecciones legislativas del año que viene. 

Sorprendió más a los opositores que a los peronistas la definición que Schiaretti le dio a La Voz días pasados: “La elección legislativa tendrá una campaña de baja intensidad en Córdoba”.

“No se definirá nada para mí ni para (Mauricio) Macri”, argumentó el mandatario, alimentando las versiones de un supuesto pacto de “no agresión electoral”.

En este escenario, Schiaretti le pidió al presidente del PJ cordobés, el senador nacional Carlos Caserio, que mantenga reuniones con intendentes oficialistas del interior para consolidar el poder electoral del peronismo.

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“Los intendentes y dirigentes partidarios del interior son una base política muy importante para el PJ. La estrategia es mantener un contacto permanente, no sólo cuando hay campaña antes de una elección”, dijo Caserio.

La estructura territorial en el interior está en manos de las máximas autoridades del partido, mientras que en la Legislatura provincial, Carlos Gutiérrez, presidente del bloque oficialista, es el impulsor de consolidar el poder político en el Parlamento. 

El presidente provisorio de la Legislatura, Oscar González, es otro dirigente importante a la hora de sumar para el oficialismo. Manuel Calvo y Daniel Passerini son dos exministros en la Legislatura que se encargan de contener a los delasotistas, quienes suelen hacer oír sus quejas por no participar en las decisiones importantes en el Centro Cívico.

Los armadores oficialistas mantienen diálogos permanentes con dirigentes kirchneristas, de origen peronista, y de otras fuerzas, como juecistas y vecinalistas, en este último caso, intendentes del interior. 

“Apuntamos a dirigentes que militaron en el kirchnerismo, pero son de origen peronistas y tienen territorio. Los cristinistas puros no le sacan votos al PJ”, argumentó un schiarettista.

El punto débil para el peronismo sigue siendo la ciudad de Córdoba. El partido es conducido por Alejandra Vigo, esposa de Schiaretti e influyente funcionaria que administra planes sociales.

En el peronismo, muchos coinciden en que con planes sociales el partido no crecerá en la Capital. La ciudad es el mayor problema en el armado de la estrategia del gobernador, quien aspira a conseguir dos mandatos consecutivos en el poder.

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