Las relaciones personales quebraron moldes de la diplomacia y acercaron a la Argentina y Estados Unidos

Las relaciones personales quebraron moldes de la diplomacia y acercaron a la Argentina y Estados Unidos

Los presidentes mostraron buena sintonía personal y coincidieron en temas como Venezuela y la lucha contra el narcotráfico

Hablaron de sus años juveniles, de golf, de la familia y por supuesto…de política. Este jueves no quedaron dudas de que la buena sintonía personal que mostraron tener los presidentes Donald Trump y Mauricio Macri rompió cualquier molde de la diplomacia para acercar así posiciones muy estrechas entre la Argentina y Estados Unidos hacia el futuro.

Desde el inicio del encuentro en el Salón Oval, cuando Trump recibió a Macri y a Juliana Awada con su esposa Melania, el presidente norteamericano y el argentino lograron acercar las distancias que hubo durante los últimos años entre ambos países con gestos personales que nada tuvieron que ver con el protocolo de la diplomacia.

"Nos conocemos hace muchos años y lo considero un gran amigo", disparó Trump al lado de Macri para mostrarse ante la prensa. Luego comentó a modo de humorada y muy sonriente: "Yo voy a hablar de Corea del Norte y él me ha hablar de limones. Me parece que vamos a estar muy bien con ese tema", dijo.

Durante el almuerzo en la Casa Blanca rodeados de sus principales funcionarios, Macri y Trump también volvieron a exponer la "execelente química", como graficó a Infobae el ministro de Porducción, Francisco Cabrera. Fue cuando Macri recordó ante los comensales aquellos años en los que jugaba al golf con Trump. "Eramos más jovenes y teníamos menos arrugas pero recuerdo que vos jugabas muy bien al golf", lo espetó Macri ante la sonrisa de Trump.

En la Casa Blanca aseguran que para el presidente norteamericano pesa mucho más el trato personal y cercano que las reglas duras de la diplomacia. También destacaron que a varios funcionarios de Trump les llamó la atención "el cariño" con que le mostró el presidente de Estados Unidos a Macri.

Desde el gobierno argentino el jefe de Gabinete, Marcos Peña remarcó a Infobae que "nunca antes hubo una relación tan cercana entre un presidente norteamericano y otros argentino". Una muestra de ello que valoró la delegación argentina fue la actitud de Melania de dejar por unas horas su estadía permanente en Nueva York para acercarse a la Casa Blanca a recibir a los Macri.

Claro que los vínculos personales entre ambos jefes de Estado se extendió durante la charla más allá de lo gestual. Hubo amplias coincidencias en atender la crisis de Venezuela. En este caso, Macri y Trump cuestionaron duramente la "falta de derechos constitucionales y libertad de derechos" en el régimen de Maduro. El presidente norteamericano cree que Macri será una pieza clave en América latina para liderar los reclamos a Venezuela.

También hubo coincidencias en el plano de la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y el lavado de dinero. Ambos presidentes mostraron su faceta empresaria en este caso cuando decidieron crear un grupo de trabajo de ciberdefensa para evitar los ataques informáticos. "Las redes deben estar protegidas porque hoy nuestras economías son muy vulnerables ante los ciberataques", dijo Trump.

También hubo gestos mayores de Trump hacia Macri que acompañaron el trato pesonal. Como la decisión de Estados Unidos de apoyar al ingreso de la Argentina en la OCDE y visitar Buenos Aires para la cumbre del G20 el año que viene.

Está claro que luego de los gestos y el trato personal la diplomacia se encargó de plasmar en un documento todos los acuerdos de lo que será ahora "una relación estratégica" entre Estados Unidos y Argentina como la definió Macri.

"Es un honor tenerlo aquí, nos conocemos de antes de la política; ¿quién iba a pensar que iba a suceder esto?", dijo el presidente norteamericano al despedirse de Macri. Ni siquiera los más osados de la diplomacia pensaban que las relaciones personales de dos presidentes iban a romper con los estrictos moldes de los protocolos. Macri y Trump se estrecharon en un abrazo al salir de la Casa Blanca. Atrás dejaron los años de recelos entre Washington y Buenos Aires. Inauguraron así una nueva etapa.

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