La Provincia trabaja en un paquete de medidas económicas para el AMBA

La Provincia trabaja en un paquete de medidas económicas para el AMBA

El anuncio, destinado a monotributistas, industrias y comercios, contemplaría la extensión, de líneas crediticias, IFE y ATP.

Mientras la cuarentena ajusta sus candados sobre el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y la crisis avanza con final incierto, el Gobierno bonaerense ultima los detalles de un paquete de medidas económicas e impositivas cuyo anuncio sería inminente. Y aunque todavía restan afinar sus alcances e instrumentación, el borrador provincial alumbra tres grupos de destinatarios: monotributistas, comercios e industrias del AMBA ya alcanzadas por la sombra larga de la pandemia y que podrían ver agravar su situación desde el miércoles, cuando el nuevo aislamiento obligue a muchos a echar llave y bajar las persianas nuevamente.

Sobre esa realidad cenagosa, el alivio económico que evalúa la Provincia contemplaría alguna moratoria y la ampliación de líneas de créditos, sin que hasta ayer trascendiera más información que la admitida intención. También, la extensión del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) que ejecuta la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses)

Se buscaría, de ese modo, dar respuestas a la zozobra que cunde en vastos sectores de la economía bonaerense. Más, después de que en el ocaso de la semana pasada, el Presidente, el Gobernador y el jefe de gobierno porteño anunciaran lo que ya se presumía: una cuarentena con mayores restricciones en el AMBA entre el 1º y el 17 de julio, en un intento por aplanar la curva de contagios en la zona que concentra más del 90 por ciento de ellos.

Por caso, el mismo viernes, representantes de la Unión Industrial Argentina (UIA), la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA) y la Asociación de Industriales de la provincia de Buenos Aires (ADIBA) compartieron una videoconferencia con el gobernador Axel Kicillof, ante quien advirtieron que “resulta clave ampliar las líneas crediticias para permitir a las empresas provinciales acceder a capital de trabajo”.

La necesidad de garantizar la continuidad de la actividad en la nueva etapa de un confinamiento que ya supera los cien días, de sostener el empleo y de auxiliar a un sector que, sumido en las dificultades, este mes deberá sortear el pago de aguinaldos, fueron parte del reclamo de los industriales.

Más duro fue el diagnóstico que ayer hicieron en la Federación de Cámaras y Centros Comerciales de la República Argentina (Fedecámaras), donde calcularon que unos 350.000 negocios del AMBA deberán volver a cerrar con la marcha atrás de la cuarentena. Y que alrededor de 100.000 podrían hacerlo para siempre. “Es el tiro de gracia a la actividad comercial”, graficaron.

“Sabemos que los trabajadores y las empresas del AMBA son las más afectadas -reconocían ayer fuentes de la Gobernación-. Por eso vamos a trabajar con Nación para ampliar el IFE y el ATP”.

Ya en el anuncio del viernes, el presidente Alberto Fernández dio algunas pistas sobre lo que por estas horas analizan en la Provincia.

“En la zona del área metropolitana vamos a continuar con el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción para preservar el empleo y aliviar a los empresarios. Se va a pagar con el sueldo de junio en julio y con el de julio en agosto”, anticipó entonces el Presidente sobre la ayuda estatal que contribuye con el pago de hasta el 50 por ciento del salario de trabajadores de empresas cuyas actividades se hayan visto afectadas por el aislamiento impuesto en medio de la pandemia.

Sobre el IFE, el jefe de Estado confirmó que el ingreso de 10.000 pesos para trabajadores informales y monotributristas sumará una tercera edición que podría llegar a más beneficiarios.

Y se anticipó una línea de créditos a tasa cero, cuyos detalles, tal como se mencionó, falta definir.

Esas son las bases del borrador que pulen en la administración provincial y que, como se insistió, pondrán el foco en monotributistas, comercios e industrias, los más golpeados al cabo de un aislamiento social, preventivo y obligatorio que el 17 de julio -cuando concluya la fase que comienza el miércoles- acumulará 120 días. O una sucesión de tres cuarentenas, si se limita esa definición al período de cuarenta días que empezó aquel lejano 20 de marzo.

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