El Gobierno nacional efectuó ayer el anuncio oficial de la baja de un 5% en los precios de los combustibles y estableció como fecha el 1 de enero. Para lograrlo, se desplegarán una serie de medidas para el sector petrolero y la revisión de impuestos vinculados a la distribución y venta de combustibles.

Más allá de las medidas sobre los surtidores, la industria tendrá una serie de estímulos que detalló ayer el ministro de Economía, Axel Kicilloff. Como los precios internos del petróleo se redujeron, las petroleras que aumenten la producción recibirán tres dólares más por cada barril.

El plan de promoción también alcanza a la exportación. Se pagará un adicional similar de tres dólares para las empresas que eleven la exportación de hidrocarburos. Esto beneficia a Chubut y también a Santa cruz, que comparten la cuenca del Golfo San Jorge de donde sale el crudo Escalante.

Si bien restan pulir aspectos del acuerdo que pretende ponerse en plena vigencia el 1 de enero, ya se sabe que el precio doméstico del petróleo descenderá: el Escalante pasa de 67 a 60 dólares y el Medanito de 83 a 76/77 dólares el barril. Para compensar en la disminución, se buscará promover más exportaciones y un nuevo esquema de retenciones.

“Hoy en día, las petroleras que exportan reciben, en promedio, 55 dólares por barril. Sobre ese valor se aplica un 11% de retenciones que no es suficiente para incentivar la producción en un sentido amplio del término, dado que nosotros apuntamos a que las empresas reinviertan lo que cobran en nuevos proyectos exploratorios y de desarrollo”, señaló Kicilloff.

En la conferencia de prensa los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Planificación Federal, Julio De Vido, precisaron que la rebaja fue establecida a partir de un acuerdo cuatripartito alcanzado por Nación, provincias petroleras, empresas hidrocarburíferas y sindicatos.

“No vamos a entrar en el juego de una cuestión geopolítica que no sabemos hasta dónde se extenderá y mucho menos pensamos en bajar equipos de exploración. Lo podríamos hacer en un minuto y después necesitamos años para recuperarlos, con las consecuencias que esto tendría a nivel de pérdida de puestos de trabajo”, dijo Kicillof.

“Tenemos las herramientas para que estos cambios abruptos en los precios no incidan en los niveles de producción, lo que redundará en una pérdida menor en los balances de las empresas que operan en el país, a diferencia del 30 y hasta 40 por ciento de pérdida que se refleja en compañías de otros países”, remarcó el titular de Economía.

“En junio, cuando el precio internacional se ubicaba en torno a los 112 dólares, la Argentina lo mantuvo en 75 dólares y ahora, que el valor internacional es de 60 dólares, nosotros estamos en 70, con la mirada puesta en sostener la actividad, que es una preocupación central de este Gobierno”, manifestó.

El acuerdo fue alcanzado en la noche del lunes, después de una intensa agenda de reuniones técnicas ese mismo día y el domingo en Buenos Aires. Tuvieron un rol destacado los gobernadores de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI), cuya presidencia tiene el chubutense Martín Buzzi.