Un día antes de que aterrice el ministro de Economía, Axel Kicillof, la Argentina sigue dando que hablar aquí en Washington. Ayer, las autoridades del Banco Mundial advirtieron, ante una pregunta de Clarín, que nuestro país “requiere en el corto plazo ajustes macroeconómicos” para ser menos vulnerable a la delicada situación internacional.

“La Argentina se ha destacado en los últimos 12 años por ser un país de vigoroso crecimiento pero, comparado con otros países de la región, no ha ido construyendo capacidad de amortiguación contra choques”, dijo a esta corresponsal Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. Se refería al potencial de los países de la región para resistir el nuevo contexto internacional, con una posible alza de tasas en EE.UU. y la desaceleración del crecimiento chino y, probablemente, los flujos de inversión se vayan de los países emergentes y vuelvan a los más desarrollados con menor riesgo.

En el marco de la Asamblea del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que comenzó el martes y se extenderá hasta el sábado en esta ciudad, De la Torre dijo que “una prioridad importante en la Argentina va a ser construir capacidad de amortiguación y eso requiere en el corto plazo ajustes en la parte macroeconómica, la combinación de políticas fiscales y monetarias”. El economista elogió la “gran capacidad de crecimiento” de nuestro país, pero agregó que la Argentina necesita “ir mejorando cada vez más la confiabilidad de sus instituciones para que los inversionistas locales e internacionales puedan hacer apuestas a largo plazo.” En el mismo sentido se pronunció también ayer el Consejero Financiero del Fondo Monetario Internacional, José Viñals. Ante una consulta de Clarín en los pasillos del inmenso edificio de la avenida Pennsylvania, dijo que el futuro de la Argentina depende de las políticas económicas que pongan en marcha los gobernantes y que “tienen que hacer las cosas lo mejor posible”. Se refirió, concretamente a “las reformas que permitan potenciar la capacidad de crecimiento, de mantener las finanzas públicas equilibradas y continuar desarrollando ordenadamente, con solidez, el sistema financiero”.

El martes, el FMI había emitido una dura descripción sobre la situación argentina, a la que comparó con Venezuela y le auguró una fuerte caída en el crecimiento en un contexto de “incertidumbre”. Fue en el marco del informe Perspectivas Económicas Mundiales cuyas conclusiones presentará hoy la directora Christine Lagarde. Ayer, el Banco Mundial fue más optimista con América Latina en general, ya que predicen que, a pesar del endurecimiento de las condiciones externas, la región permanecerá firme. El crecimiento, auguran, será más lento que en 2013, pero cercano al 2,3%.