Por Ludmila Vinogradoff

La oposición venezolana denunció ayer que hay un golpe en marcha del régimen chavista para cerrar el Parlamento. Lo llaman “el madurazo”. El segundo en el poder, Diosdado Cabello, aumentó la preocupación al advertir que el gobierno de Nicolás Maduro se propone trasladar las competencias parlamentarias a la Sala Constitucional de la Corte Suprema y clausurar el legislativo de mayoría opositora.

Ese tribunal judicial que ha sido colonizado por el gobierno había declarado ayer en “desacato” al Parlamento porque mantenía en su lugar a tres diputados opositores cuya elección es cuestionada y con los cuales la oposición arma la mayoría crucial de dos tercios que le da una formidable autonomía al legislativo que desde el 5 de enero controla, como nunca antes en 16 años de chavismo.

Según dijeron fuentes parlamentarias a Clarín, la disidencia está coordinando una posible salida política de último momento. Esa alternativa era esta tarde eje de un fuerte debate en esa vereda política.

La noción de un golpe palaciego en progreso fue señalada también por la conducción del partido Voluntad Popular, uno de los cuatro principales de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la alianza opositora, quien comparó las acciones del gobierno de Maduro con lo que hizo el empresario Pedro Carmona en 2002, cuando derrocó por un breve lapso al ex presidente Hugo Chávez. “No hay diferencia entre el cierre que hizo Carmona del Parlamento y el que pretende hacer ahora la el Tribunal Supremo de Justicia”, dijo Carlo Vecchio, lider de esa fuerza. Hoy no hubo quórum en la Asamblea Nacional en medio del desconcierto que produjo este choque de poderes.

El “madurazo”, término que recuerda el “fujimorazo” del ex presidente peruano Alberto Fujimori cuando cerró el Congreso y el Poder Judicial en 1992, apunta a la ofensiva del Tribunal Supremo de Justicia que declara “nulos absolutamente” todos los actos del Parlamento que “se hayan dictado o se dictaren,mientras se mantenga la incorporación de los tres ciudadanos” cuestionados.

Al no haber quórum, los asambleístas tanto opositores como chavistas se dedicaron a atender a la prensa en los jardines del palacio legislativo, acordonado por la guardia nacional. La bancada chavista, minoritaria de 54 diputados, tenía previsto presentar en las próximas horas un “decreto de emergencia económica” propuesto por el presidente Maduro con medidas para enfrentar la crisis que acorrala al país. La oposición, entre tanto, había anunciado la discusión parlamentaria de una ley de amnistía para liberar a los políticos encarcelados y de la legislación que le dará el título de propiedad a decenas de miles de personas que recibieron casas de parte del gobierno chavista pero no la documentación.

La salida política que intenta la oposición permitiría a la nueva directiva conservar la mayoría cualificada de dos tercios de los presentes. El gobernador Henrique Capriles también es partidario de evitar la confrontación. “Si el gobierno quiere volver a hacer elecciones en Amazonas, vamos, porque la paliza va a ser peor para ellos. Estoy seguro de que nuestros diputados volverán a ganar, y cuidado si duplicamos la votación y en vez de tres, obtenemos los 4 diputados”, afirmó.