Dijo que no le enviaba a Yerba Buena el dinero que le correspondía. Dijo que detrás de la pelea con los concejales había hombres del Gobierno provincial que pretendían desestabilizarlo. Dijo que le pidió una audiencia, pero no se la concedió. Hoy todo eso parece haber quedado atrás. Porque el intendente de esa ciudad, el radical Mariano Campero, paseó y cenó con el gobernador Juan Manzur.

Este lunes entre las 18.30 y las 10.30 aproximadamente, los mandatarios provincial (Frente para la Victoria) y municipal (Cambiemos), de distinto signo político, compartieron un recorrido por la ciudad piedemontana, que culminó con una comida. El encuentro tuvo lugar luego de las desavenencias del año pasado. Además de los mencionados, participaron en las actividades el vicegobernador Osvaldo Jaldo, y los ministros de Interior y de Educación, Miguel Acevedo y Juan Pablo Lichtmajer, respectivamente, entre otros funcionarios. Llamó la atención la inversión de estéticas: mientras Campero lució corbata, Manzur y su equipo se presentaron con la camisa desprendida al estilo de Cambiemos.

Las empanadas de la paz

La visita incluyó un recorrido por la obra del Canal San Luis, que está siendo ejecutando con fondos del Plan Belgrano que lidera el opositor José Cano. Los funcionarios estuvieron también en las escuelas Clotilde Doñate y Abejitas, donde el Ministerio de Educación de la provincia ha puesto dinero para mejorar un jardín de infantes, y el municipio ha acondicionado unos laboratorios científicos y tecnológicos. Por pedido de los huéspedes, la cena -que se sirvió en la Casa de la Cultura- tuvo un tinte distendido e informal. Entre bocaditos, sánguches y empanadas, Manzur, Campero, Jaldo y Acevedo tomaron el micrófono y dijeron algunas palabras. De uno u otro modo, los cuatro oradores destacaron la necesidad de dejar de lado sus colores políticos y trabajar en conjunto.

De esta manera parecen haber quedado atrás las quejas de Campero, cuando renegaba por la plata que le mandaban desde la Casa de Gobierno en concepto de fondos coparticipables. O cuando decía que desde ahí mismo se pretendía manejar al Concejo Deliberante, debido a la negativa de los ediles opositores a sesionar. Al respecto, excepto por José Macome, quien se encuentra de vacaciones, todos los concejales yerbabuenenses participaron de la reunión de anteayer. El radical Benjamín Zelaya, presidente del cuerpo legislativo, se sentó junto a Jaldo. “Los políticos tenemos una responsabilidad institucional. Tiene que haber fluidez y coordinación entre los distintos actores del Estado. Aunque seamos de partidos diferentes, debemos encontrar las coincidencias”, expresó Campero a este diario.

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