Malas lenguas 933

Judiciales judiciables I. El ámbito judicial está de lo más alborotado por razones diversas, de cuño político y propio de la actividad en tribunales. Un escenario fuerte surge de la denuncia efectuada en 2013 por el abogado Andrés Barbieri, en razón de ser advertido que el abogado por algunos derechos humanos César Sivo estaba preparando una denuncia en su contra, aduciendo participación de Barbieri en la dictadura. Barbieri, que en los años de niebla y plomo aún llevaba pantalones cortos, al escuchar la advertencia “Sivo va por vos”, más rápido que el correcaminos perseguido por el coyote, se presentó ante el juez Santiago Inchausti, quien de inmediato dio intervención al fiscal general de cámaras Daniel Adler, que por su parte rechazó la presentación, por no ser de interés del ministerio público fiscal.

Judiciales judiciables II. El alboroto iniciado por la presentación de Barbieri en 2013 pasó por varios estadios judiciales hasta llegar a Casación. El 13 de agosto de 2015, la sala integrada por los magistrados Hornos, Geminiani y Borinsky, por dos votos contra uno, decidió la procedencia de la denuncia de Barbieri contra Sivo, pese a no existir interés fiscal en la misma. En el decisorio hay términos fuertes para el juez Santiago Inchausti; los camaristas señalaron allí: “no se llega a comprender por qué razón el juez corrió en dos oportunidades la vista del artículo 180 del CPPN (…) para luego archivar las actuaciones pese a los contradictorios requerimientos del Sr. Fiscal de fs. 9 y 11/12 cuando ya se había efectuado el requerimiento de instrucción”.  En este sentido concluyeron que: “La desestimación de la denuncia y archivo impugnado es prematuro, en tanto y conforme surge de los propios dichos del denunciante, éste podría aportar mayores datos a los ya revelados en la denuncia y que lograrían dar luz a los sucesos motivantes de estas actuaciones”. Fiscales contradictorios, fallos apresurados; hay más entre el cielo y la tierra de lo que el común de los mortales podemos ver…

Versiones I. Las que corren por medios y campamentos políticos luego de las PASO. En ciernes está la campaña sucia que impulsa el intendente Perogrullo/Cospelito contra Carlos Fernando Arroyo: ya no es más el viejito amable, ahora es todo lo que a GAP se le ocurra de malo para ensuciarlo. Obviamente, los medios que perciben dineros de la mano tembleque -pero no para dadivar- del intendente, hacen basura mediática a diario. La muerte de “Carlos”, persona en situación de calle por frío, devela la crueldad de una desgestión que sólo rosquea hasta el asqueo pero no atiende las cuestiones puntuales que deben resolverse en bien de la comunidad

Versiones II. En los campamentos del PJ dan por finiquitado a Cospelito/Perogrullo con vistas a octubre. En dichos a este medio se señala que “(GAP) no entiende nada; para él, lo de las escuelas es problema provincial, y la gente votó a Arroyo porque estaba enojada por la lluvia caída”. Trivial y ausente de todo sentido crítico. Un GAP auténtico.

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