Macri planea romper relaciones con el régimen de Maduro si es electo presidente

Macri planea romper relaciones con el régimen de Maduro si es electo presidente

En el debate anticipó que pedirá su expulsión del Mercosur. La jugada detrás del anuncio.

Mauricio Macri mostró en el debate su carta más fuerte respecto a la política internacional, un tema casi ausente en la campaña. El candidato de Cambiemos apuró a Daniel Scioli para que se comprometa a pedir que se aplique la cláusula democrática del Mercosur al gobierno de Nicolás Maduro y se lo expulse del bloque por su persecución y encarcelamiento de líderes opositores. Fue una forma de adelantar que si es electo presidente Argentina romperá la relación con Venezuela, que marcó a fuego la política exterior del kirchnerismo.

 

"En caso de ser electo presidente, el 11 de diciembre dado los abusos que hubo en Venezuela, los presos políticos que hay y la participación de militares en el gobierno, voy a pedir que se ejerza la cláusula democrática, suspendiendo a Venezuela", adelantó Macri. Scioli evitó meterse en terrenos complejos y solo atinó a decir que mantendrá la relación con todos los países de la región.

 

La cláusula democrática del Mercosur establece que "en caso de ruptura del orden democrático", los socios "promoverán las consultas pertinentes entre sí y con el Estado afectado". Si esas consultas fracasan, los socios podrán aplicar sanciones, que van "desde la suspensión del derecho a participar en los distintos órganos de los respectivos procesos de integración, hasta la suspensión de los derechos y obligaciones emergentes de esos procesos".

 

En 2011, se firmó un nuevo protocolo, "Ushuaia II", que establece que la posibilidad de adoptar sanciones más severas, como cerrar total o parcialmente las fronteras terrestres y suspender o limitar el comercio, el tráfico aéreo y marítimo, las comunicaciones y la provisión de energía y servicios. Este protocolo fue aplicado en 2012 para suspender a Paraguay, tras la destitución de Fernando Lugo.

 

También la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unasur tienen cláusulas similares. En el caso del Mercosur y la Unasur, las sanciones deben adoptarse por consenso de todos los demás socios, mientras que en la OEA las medidas se aplican con el voto de los dos tercios de los miembros.

 

La jugada real

 

Más allá que las posibilidades de lograr una sanción a Venezuela en esos organismos parece lejana por la imposibilidad de lograr consenso, un pedido de Macri en ese sentido significaría en los hechos una ruptura en la relación bilateral, ya que se sabe que las reacciones del gobierno de Nicolás Maduro suelen ser terminantes ante cualquier crítica externa.

 

Pero también marcaría un antes y después en el Mercosur, donde Argentina es el único sostén real de Venezuela. El gobierno de Paraguay ya ha dado sobradas muestras de querer romper con Caracas, mientras que Uruguay y Brasil mantienen una frágil alianza, con unas presiones internas fenomenales para condenar a Maduro.

 

Incluso, a nivel sudamericano ubicaría al país más cerca del bloque de México, Colombia, Chile y Perú, alejándose del bloque bolivariano donde sólo quedarían Ecuador y Bolivia. En definitiva, significaría un quiebre total de la actual política exterior, y le habilitaría a Macri la posibilidad de un acercamiento a Estados Unidos, acaso su otro gran desafío.

 

Macri ya había adelantado semanas atrás su idea de sancionar a Venezuela, y desde el Mercosur salieron a cruzarlo. "Yo creo que Macri tiene que informarse un poco mejor porque la cláusula democrática se aplica cuando hay un golpe de Estado", afirmó el alto representante general del Mercosur, el brasileño Florisvaldo Fier.

 

Sin embargo, el asesor del PRO en relaciones internacionales, Diego Guelar, consideró que la postura de Fier sólo “es una interpretación”, y no haría falta llegar a un golpe de Estado para aplicar la sanción.

 

En diálogo con LPO, Guelar precisó que la aplicación de la cláusula democrática sería el último recurso en caso de que no haya mejoras en la situación de los 80 presos políticos del gobierno de Nicolás Maduro. Por el contrario, si en las elecciones venezolanas del 6 de diciembre “se respeta la voluntad popular” y comienza a “normalizarse” una transición política y se liberan los prisioneros, entonces no será necesario iniciar el proceso para sancionar a la república bolivariana, puntualizó el asesor de Macri.

 

Ese será el marco que atravesará la cumbre del Mercosur en Asunción, el 21 de diciembre, y que definirá si el actual jefe de gobierno porteño, si gana el ballotage, impulsará en el cónclave la cláusula democrática o si, como espera Guelar, la situación en Venezuela empieza a parecerse a la de sus pares: hoy es el único país de la región que tiene presos políticos.

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