Macri cree que el Gobierno le tirará con la basura

Los funcionarios porteños ya se alistan para que el kirchnerismo les ponga un cupo para enterrar los residuos del distrito en las plantas del Ceamse, en tierras bonaerenses. Después de los subtes y los colectivos, otro frente.

Mauricio Macri y sus funcionarios de PRO están convencidos de que la embestida del kirchnerismo, tras el conflicto por el transporte, recién comienza y que el próximo objetivo para complicar la gestión será la basura. En este marco, en el macrismo visualizan que el Gobierno podría inmiscuirse en el complejo entramado que permite que los residuos porteños sean enterrados en el conurbano bonaerense.

Hoy la Ciudad envía unas seis mil toneladas de basura diarias a los terrenos del Complejo Ambiental Norte III, en José León Suárez, en unos terrenos ubicados en el Camino del Buen Ayre que donó el Ejército. Allí, el Ceamse, una empresa mixta entre Provincia y Ciudad, maneja los destinos de los residuos de 22 municipios y de los porteños.

El temor del PRO pasa porque el kirchnerismo ponga trabas al ingreso a este relleno sanitario, que recibe aproximadamente 295 mil toneladas mensuales de basura (unas 11.300 toneladas diarias), y que tiene como fecha de vencimiento marzo de 2013.

¿Qué podría pasar entonces? Simple: el kirchnerismo podría ponerle un cupo, o directamente impedir a la Ciudad enterrar su basura en el Conurbano. ¿Cómo podría suceder? Por ejemplo, con un proyecto en la Legislatura bonaerense con el argumento de que se está colmando la capacidad del relleno sanitario. Otra opción es directamente disolver el Ceamse, con el mismo argumento. O, en todo caso, intentar bajar el cupo porteño. Una tercera posibilidad, la que más temen los funcionarios porteños, es que el Gobierno decida entregar 150 héctareas que posee la Nación para un nuevo relleno sanitario sólo a la Provincia y deje afuera a la Ciudad.

“Tenemos la sensación de que el Gobierno va a generar conflicto en los lugares donde hay temas institucionales con otras jurisdicciones, como Puerto Madero, la Villa 31 o el Mercado Central. En el caso del Ceamse, el problema es que se está acabando la capacidad de enterramiento, con lo cual el golpe podría ser que la Ciudad no entierre más ahí, aunque tenga el 50% de la empresa”, opinó en diálogo con PERFIL el subsecretario de Higiene Urbana porteño, Fernando Elías.

En este sentido, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, dejó sentado su malestar y abrió la puerta para discutir el tema. Hace un par de semanas le pidió al jefe de Gobierno “que se haga cargo de la reducción de los volúmenes de residuos que vuelcan diariamente en la Provincia”, y le reclamó que cumpla con la Ley de Basura Cero, una iniciativa que plantea disminuir la cantidad de basura producida progresivamente. En el macrismo reconocen que no pudieron cumplir, aunque aseguraron que avanzaron con la instalación de contenedores en todos los barrios para poder separar los residuos húmedos de los secos.

“¿Querrán convertirnos en Nápoles?”, se preguntó un funcionario porteño. “No creemos que Scioli se arriesgue a una jugada así pero no lo descartamos si lo presionan”, agregó.

En abril de 2008 Macri firmó un convenio con el gobernador, a sabiendas de que los actuales rellenos colapsarían y que implicaba la creación de dos plantas de gestión de residuos y dos rellenos nuevos. La Ciudad realizaría la inversión ($ 236 millones) y la Provincia determinaría dónde. Scioli nunca lo hizo y la Legislatura porteña jamás refrendó el convenio.

Según contó Elías, ante esto, “establecimos un acuerdo con el Ceamse para construir una planta de tratamiento donde enviaremos mil toneladas díarias”. Lo novedoso de esta planta, que costó unos $ 80 millones, es que llevará exclusivamente basura de los porteños. El emprendimiento fue realizado por Tecsan, vinculado al Grupo Roggio. El dato no es menor: el mismo Grupo que controla Metrovías, la concesionaria de los subtes que recibió de Macri un aumento de la tarifa (y que, según el legislador de Proyecto Sur Rafael Gentili le permitió ganar $ 10 millones), podría ayudar al PRO ante los K.

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