El jefe de Gabinete los convocó ayer y no llegaron a ningún acuerdo. Podría concretarse recién en marzo.
Los representantes de la industria farmacéutica descartaron esa posibilidad, por lo que sigue sin haber acuerdo entre el Poder Ejecutivo y las empresas.
Los que trabajan con Capitanich quieren que los laboratorios apliquen un incremento de entre 7% y 9% con respecto a los valores existentes en noviembre.
Los medicamentos subieron más del doble que eso y, en los casos de los productos más vendidos, hasta treparon un 22% sólo durante este año.
A fines de noviembre, cerca de la renuncia de Moreno, los laboratorios tenían autorizada una suba del 7% por el ex secretario de Comercio Interior. Pero el incremento que aplicaron los laboratorios fue superior y estuvo más en línea con la devaluación del peso, que fue del 22% entre diciembre y enero.
En enero, en el Gobierno sonaron alertas por las subas en estos productos para la salud. Hace casi 40 días (el 10 de enero), los laboratorios presentaron una lista con precios “sugeridos” en la secretaría de Comercio Interior, encabezada por Augusto Costa. No tuvieron respuesta.
“Las negociaciones vienen para largo”, contaron en los laboratorios, donde conviven nacionales con multis extranjeras.
En el sector estiman que habrá un acuerdo con el Gobierno pero más cerca de marzo. Allí quedarían oficializadas las subas de todo este año y hasta un arreglo que contemple los precios del próximo mes.
El foco de Economía pasa por los productos “más vendidos”, ya que son los que terminan tallando en las cifras de inflación. En la industria creen que el Poder Ejecutivo tiene como meta un retroceso en el precios de estos medicamentos, pero no termina de articular una propuesta que los laboratorios puedan cumplir.
La semana pasada, los laboratorios sellaron un acuerdo con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que no se terminó aplicando porque el ministerio de Economía rechazó los importes que estaban pactados.
Los laboratorios ofrecieron aumentos tomando como referencia el “vademecum”, es decir que mantenían incrementos inferiores al 10% entre diciembre de 2013 y febrero de este año en productos que cubrieran todas las patologías. Pero Economía contestó que quiere ese techo para los “más vendidos”, que son los que dejan mayor rentabilidad a los laboratorios.
En Economía sabían que la inflación de enero iba a dar alta, con incidencia de los medicamentos, pero no se lo informaron al jefe de Gabinete, que avanzaba con los laboratorios sin saber lo que estaba pasando en Economía.
Las desinteligencias entre Kicillof y Capitanich hicieron que los laboratorios negocian con el chaqueño, pero a sabiendas que la palabra final la tendrá el ministro de Economía y su gente.
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