En otro punto, no pasó desapercibida entre los hombres de mercado la menor presencia institucional en una organización donde se dirimieron lides política de distinta envergadura, aunque las más recordadas (por la movilización de gente que llevaban), eran las de Cristina de Kirchner durante su última presidencia, que hasta obligó a vallar casi entera la manzana de 25 de Mayo, Sarmiento, Paseo Colón, y Presidente Perón, mientras los salones se atiborraban de gente. Allí también se dio uno de los grandes encuentros entre la Presidente y quién luego fuera su sucesor, Mauricio Macri, cuando aún era Jefe del Gobierno porteño. ¿Se repetirá esto?, especulaban algunos hombres de las finanzas aludiendo a la inesperada irrupción de Macri, nuevamente en la arena política de la que se había alejado desde el cambio de Gobierno en diciembre.
Por supuesto que la presencia no pasó desapercibida ni en el oficialismo, ni en las múltiples vertientes que cobró en el último tiempo la oposición y, mientras algunos especulaban con que “es el propio gobierno el que levanta la imagen de Mauricio, porque le conviene polarizar, y que sea con un oponente débil”, en otros sectores las lecturas fueron algo más complejas, incluyendo la necesidad de reimplantar la figura del ex Presidente, en un intento de frenar el drenaje que está sufriendo el PRO de Patricia Bullrich, o de “reacomodar” a los emergentes, en especial, a Horacio Rodriguez Larreta, de llamativo equilibrio entre las distintas vertientes kirchneristas (para envidia de varios), todo con miras a un 2021 con elecciones de medio término que ya están en tiempo de descuento. En medio, el fuego cruzado por las escuchas del macrismo le agregaron un picante adicional al tablero político.
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