Acorralados por los números de las PASO, los intendentes del Conurbano buscan abrir caminos para evitar otra derrota en las generales del domingo. Y el método que encontraron para esquivar el fracaso es el juego a dos puntas: Siguen haciendo campaña por el kirchnerismo pero al mismo tiempo reparten boletas con la cara de Sergio Massa.

Según pudo saber LPO, después de las primarias de agosto, la mayoría de los jefes comunales del Conurbano comenzaron a tender puentes con el Frente Renovador.

Algunos intendentes hablaron directamente con Massa, tal es el caso del intendente de José C. Paz, Carlos Urquiaga, que horas después del triunfo se comunicó con el tigrense.

En Moreno, el intendente Mariano West, que perdió las PASO por unos 3 puntos, buscaría el paraguas del FR después de octubre, según señalan fuentes del distrito.

Tal es así que, por caso, el primer candidato a concejal del massismo, Damián Contreras, sigue siendo el titular del Concejo Deliberante y aún no hay movimientos para desplazarlo, como sí ocurrió en otros distritos (en San Martín lo sufrió Diego Perrella).

Otros jefes comunales son menos cuidadosos. Por ejemplo, en Ituzaingó aparecieron sobres con boletas con el cuerpo de concejales del Frente para la Victoria pero con el resto de los cuerpos con los candidatos del FR, Massa incluido.

La misma determinación habría tomado el “Vasco” Raúl Othacehé, en Merlo, que además de repartir casa por casa la boleta con la cara de Massa, apoya a uno de los candidatos que el Frente Renovador tiene en el distrito.

La bronca interna

Claro que los diálogos de Massa con los jefes comunales, despertó la bronca de los primeros candidatos a concejales en los distritos. Sucede que estos dirigentes se ven a sí mismos como los naturales reemplazantes de los históricos intendentes. Pero un acuerdo de Massa con los jefes comunales podría hacer caer sus planes.

En tanto, el líder del FR reunió hoy a los cabeza de listas distritales con el fin de definir detalles finos de cara al domingo.