Indicios de boicot a Mar del Plata con peligroso tufillo político

Indicios de boicot a Mar del Plata con peligroso tufillo político

¿Por qué a Montenegro? Desde La Plata no le van aplicar el rigor político que el oficialismo le hace sentir a María Eugenia Vidal. A Kicillof le molesta la provincia que recibió, el territorio que tiene que gestionar, las villas, los pobres y su estigmatización, los intendentes que lo puentean, siempre la oposición es la dueña de los escollos.

El intendente  marplatense habla con el jefe de Gabinete de la gobernación, no lo hace con Kicillof. Y recurre a la Casa Rosada, para mover los expedientes como vulgarmente se conoce. Bajan línea que está todo ok. , pero los papeles no aparecen, como taxativamente lo indicaron los diarios La Nación, Infobae y Clarín, que informan sobre la reducción de las restricciones a 9 municipios, y excluyen a otros cinco como Mar del Plata, junto a Pilar, Marcos Paz, Exaltación de la Cruz y La Plata.

Asimismo, luego de la prueba piloto del domingo 10, Axel se despachó con su disgusto por una foto en Güemes, y lo tomó como un todo. Pero su expresión sonó a bolilla negra. La experiencia llevada a cabo en Mar del Plata no mereció la indulgencia política del gobernador, sino todo lo contrario hizo sentir su disgusto.

A esta altura se suman elementos de análisis, no deben dejar de asociarse con la prédica de verba política de las sucesivas intervenciones del gobernador bonaerense. La docilidad del intendente marplatense  quien obviamente se referencia con Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, es de una incomodidad política extrema.

Es un camino sin retorno y el escenario que propone el kirchnerismo, una pista árida hacia definiciones políticas de mayor confrontación, lejos de la moderación como pide hasta desaforadamente Gabriel Mariotto,  el comisario político K de Daniel Scioli durante su gobernación.

Hay línea directa con Balcarce 50, vasos comunicantes en los cuales interviene quien ocupa la mesa de los anuncios más trascendentes,  junto a Alberto Fernández, es decir Horacio Rodríguez Larreta.  Un decreto por 72 horas para acercarnos a la normalidad, tiene un carácter precario, un respaldo con gusto a poco. Le están marcando la cancha, y no con cal barata.

Desde hace 2 semanas la Municipalidad de General Pueyrredon, había elevado protocolos y correcciones, ayer  hubo que echar mano a un decreto municipal y actuar como un bombero frente a  una ciudad que comienza a prenderse fuego, por los continuos reclamos de comerciantes y empleados que salen a la calle, reclamando trabajar hasta para poder comer.

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