El Gobierno dio marcha atrás con el polémico proyecto para abrir los countries

Por Leonardo Mindez

El ministro Alak negó que se esté analizando el tema. Y Rossi, que había admitido la iniciativa, pidió disculpas.

El proyecto oficial para desalambrar los countries y barrios privados murió antes de florecer . Por orden de la Presidenta, el ministro de Justicia, Julio Alak, y el jefe de la bancada oficialista en Diputados, Agustín Rossi, salieron ayer a desmentir que el kirchnerismo vaya a avanzar con una iniciativa para que las urbanizaciones cerradas permitan el libre acceso público a sus calles y plazas.

El martes, Rossi había sorprendido a quienes participaban de la presentación de Alak ante la comisión bicameral que analiza la reforma del Código Civil. El proyecto auspiciado por el Ejecutivo incorpora como una figura de derecho real a los “conjuntos inmobiliarios”, otorgándole mayores garantías a los residentes de barrios privados. Pero tras la larga exposición del ministro, el jefe de la bancada K pidió “eliminar” esa parte del articulado del nuevo Código porque consolidaría los “hongos amurallados” –como definió a los barrios privados– “jerarquizando esos conjuntos inmobiliarios, que no es una respuesta que queramos sostener como sociedad”.

Pero la sorpresa mayor vino enseguida, cuando reveló la existencia de un anteproyecto “que está trabajando el Poder Ejecutivo de Ley de reordenamiento territorial” que proponía –según dijo Rossi y figura en la versión taquigráfica de la audiencia– “la eliminación de barreras arquitectónicas y urbanísticas de modo de garantizar la accesibilidad de todas las personas y evitar zonas residenciales y de esparcimiento aisladas”.

La iniciativa generó el inmediato repudio de quienes viven en barrios privados y de dirigentes de la oposición y ni siquiera cosechó el apoyo de quienes son críticos con la proliferación de ese tipo de urbanizaciones. “Es un dislate”, opinó el diputado radical Ricardi Gil Lavedra. “Es una aberración”, lanzó la diputada Patricia Bullrich.

Bien temprano, Alak calificó de “disparate” la versión que había salido de la boca del jefe de la bancada oficialista. “Quiero desmentir en forma categórica las aseveraciones que se han hecho. De ninguna manera queremos eliminar ningún tipo de barrera o cerramiento en barrios privados que se han conformado de acuerdo a la expectativa de los ciudadanos, sino darles más derechos y garantías a quienes han comprado ahí un lote”, dijo el ministro por radio Continental.

Un rato después, Rossi también habló por las radios para tratar de aclarar sus dichos. “Si con mis declaraciones alguien que vive en countries se sintió afectado, le pido disculpas porque no fue mi intención”, se excusó, aunque enseguida acusó a los medios de “malinterpretar” lo que había dicho” en la búsqueda “por generar temor en algún sector de la sociedad”. Nada dijo del anteproyecto al que se había referido el martes en el Congreso, que habría surgido, según sus palabras, del Consejo Federal de Planificación y Ordenamiento Territorial, que integran todas las provincias bajo el comando de Julio de Vido.

Ayer, fuentes del Consejo desmintieron la existencia de ese anteproyecto y en su lugar exhibieron otro que circula en esa dependencia que habla de “accesibilidad”, de posibles “expropiaciones” y de la posibilidad estatal de imponer otros usos para “terrenos de dominio privado declarados ociosos”, pero nunca se refiere de manera específica a urbanizaciones o barrios privados.

Rossi es ingeniero civil y sigue con atención las cuestiones del urbanismo desde sus tiempos en el Concejo Deliberante de Rosario. Vive cerca de uno de los barrios privados más importantes de esa ciudad, que se construyó antes de que se prohibiera el desarrollo de nuevas urbanizaciones cerradas. Según explicaban ayer en su entorno, el anteproyecto al que hizo referencia le fue acercado hace dos años por un arquitecto de su confianza que participaba de las reuniones del Consejo. Y el diputado se entusiasmó porque coincide con su visión crítica sobre los countries que “interrumpen la trama urbana” y generan “fronteras arquitectónicas” entre ricos y pobres. Nunca se imaginó el ruido que iba a generar con su revelación en pleno debate sobre el Código Civil. Y ayer debió recular.

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